Asdrúbal Oliveros: Los bodegones son una expresión del «sálvese quien pueda» que vive Venezuela
Asdrúbal Oliveros, economista y director de Ecoanalitica, explicó este miércoles el contexto en el que operan los bodegones en Venezuela y criticó que algunos ofrezcan precios más competitivos porque no cumplen con la normativa y permisos necesarios. A su juicio esto es una expresión del «sálvese quien pueda» que se vive en el país.
Este 15 de abril, la ministra oficialista de Comercio, Eneida Laya, informó que se reunió con sectores comerciales de Caracas para “garantizar el crecimiento” del comercio nacional y “acordar” precios. La reunión fue específicamente con representantes de los populares bodegones donde se vende mayormente en divisas.
Al respecto, Oliveros estimó que reunirse «no está mal» porque el Estado se debe reunir con todos los sectores y destacó que es importante saber que algunos de estos negocios «funcionan al margen de la legalidad» y que «por allí van los tiros, en términos de alcanzar acuerdos en este sentido».
Oliveros destacó que los bodegones se han convertido en un sector importante de la distribución de bienes y servicios y explicó que una buena parte de las compras se realizan en bodegones por la diferencia de precios que existe entre productos nacionales e importados. «Los bodegones venden productos a precios más competitivos debido a la distorsión que existe, la velocidad en que sube el tipo de cambio y la inflación en Venezuela hace que el producto importado sea más competitivo que el local. En otras palabras, la tasa en la que se compran los productos importados crece más lento que la inflación en Venezuela -tasa a las que se ajustan los costos de los productores locales- Por eso el producto importado tiene mayor ventaja sobre el producto nacional y ese es uno de los atributos de los bodegones».
Sin embargo, acotó que hay otros negocios que ofrecen productos que no pasan por controles sanitarios adecuados, que están vencidos o que no tienen la permisología necesaria y sentenció «yo soy partidario de la competencia, de que hayan muchísimas opciones pero no puede ser que el beneficio venga de no cumplir con la normativa. Esa no es la competencia que buscamos».
«Si fuese ministros lo que haría es que todos los sectores que hacen vida en el país, sectores comerciales, productivos e importadores, sectores de servicios intentaran llegar a acuerdos; pero, sabemos que muchas veces no funciona así. Hay que reunirse con todos los sectores porque en los bodegones puedes competir y tratar de beneficiarte de la ventaja del producto importado, pero deben cumplir con los deberes formales de la legalidad del país. El problema es que ahora Venezuela está en un sálvese quien pueda y lo que pasa es los bodegones es una expresión de esto porque para sobrevivir algunos traspasan ciertas fronteras y operan entre lo legal e ilegal y el Estado debería resolver este problema».
Sobre el tema de los aranceles, detalló que Venezuela no es el único país que exonera aranceles a las importaciones y criticó que en muchos negocios ofrezcan precios mucho más competitivos que empresas locales y de trayectoria porque estas deben pagar altas tasas de impuestos al Seniat.
Asimismo, señaló que en términos de importación el 80% de lo que entra al país es por parte del sector privado y recordó «cuando Maduro llegó al poder más del 70% de las importaciones las hacía el Estado (…) pero, a partir de 2018 empezó a operar un quiebre y hoy el principal importador es el privado. Estamos en un escenario muy parecido al del 2003 porque casi el 80% de lo que entra es por parte de los privados».
Agregó que en 2020 se importaron 7 mil millones de dólares «solo una décima parte de lo que se importaba en 2012». Antes el grueso de las importaciones eran materias primas para bienes, para la producción y no productos terminados como los que vemos hoy en tiendas, bodegones y supermercados.
Dólar
Durante los últimos días el tipo de cambio ha subido sin parar. Oliveros sostuvo que esto se debe a que cuando el gobierno restringe la cantidad de bolívares que entra al sistema el dólar permanece «estable», pero para mantener su estructura de Estado el gobierno debe gastar.
«Cada vez que el Estado eleva la cantidad de bolívares, esos bolívares se redirigen al mercado cambiario, porque la única manera de conservar valor es cambiarlo por moneda dura o por bienes».