Repunte
Estamos en medio de un repunte de casos de Covid-19. Nuevamente se contagian y mueren personas que conocemos, nuevamente la Pandemia dice “presente” y nos pone contra las cuerdas.
Es necesario que las autoridades le pongan seriedad a la cosa, cada día se observa más descontrol, más anarquía y más desorden en las calles. Observamos más personas sin tapabocas y menos locales colocando alcohol en la puerta de sus negocios.
Vemos con asombro como pareciera que en la opinión general la pandemia quedó en el pasado, como si la enfermedad no cruzó al 2021, lo cual es sumamente preocupante pues esta actitud empieza a salir costosa cuando de vidas humanas se refiere.
Observamos que las áreas Covid en los Hospitales Centinelas y en la red ambulatoria, sin dejar de mencionar las clínicas privadas y los CDI, empiezan a congestionarse otra vez, y esto ante la mirada pasiva e inerte del Ministerio de Salud.
Es vital que se tomen diversas medidas como: Retomar las semanas de cuarentena con rigor, suministrar insumos de prevención para que la población pueda cumplir con las recomendaciones de bioseguridad, garantizar servicios básicos como el agua para que los ciudadanos puedan lavarse permanentemente las manos.
Sin embargo, los casos de Covid-19 no son los únicos índices que aumentan, sino que el repunte abarca otros temas de salud como son los casos de paludismo, sarampión, tuberculosis y otros males que se abren paso en medio de la inoperatividad de aquellos que deben garantizarle la salud a la ciudadanía.
Además, el repunte afecta el área económica. Pues, crece la inflación, la devaluación del bolívar, el hambre de los venezolanos y se disparan los obstáculos para que Venezuela vuelva a ser un país realmente productivo.
El repunte de los problemas es cada día más atroz; es por ello que a la nación le hace falta una conducción sensata, directa y prudente que saque al Estado en el hoyo en el cual la han sumergido los errores económicos y financieros cometidos a lo largo y ancho de los últimos 20 años.
La pregunta necesaria es, ¿Cómo detenemos estos repuntes nefastos? Primero, debemos aceptar que el Covid-19 está vivo y amenazando a todos por igual, tomar en serio la urgencia de adquirir las vacunas que sean necesarias para inmunizar a los venezolanos; en el ámbito económico es vital que se reconozca que el dogmatismo socialismo es el culpable de todos los problemas que existen en Venezuela.
Debemos hacer que los repuntes que aparezcan en el futuro sean sobre calidad de vida, prosperidad económica y social, de desarrollo urbanístico, de felicidad y de organización. Y esto lo lograremos en la medida que hagamos que cosas buenas ocurran en el país, esto lo lograremos haciendo que Venezuela sea otra vez un Estado de Derecho, que retorne la constitucionalidad y la institucionalidad.
Así de simple, así de fácil. La solución está en nuestras manos; la felicidad la debemos construir entre todos. Y estoy seguro que sí se puede.
¡Se tenía que decir y se dijo!