Pandemia ha profundizado la precariedad de la educación en Venezuela: El País
Shande Zambrano cursó el último año de bachillerato en Mecánica en una escuela técnica ubicada en Caracas. Una tarea cumbre era fabricar en los tornos y fresadores de su institución un tornillo. Sin embargo, le tocó hacerlo en cartón dibujado. «Estamos incompletos, no aprendimos nada», relata a El País el joven de 17 años, quien desconoce cómo entrará al mercado laboral con dichas deficiencias.
A la educación del país en el último año no le faltan solo tornillos, engranajes y tuercas; para muchos alumnos se ha traducido en la parálisis total de su formación académica, con una pandemia que ha profundizado la precariedad de ella.
Zambrano, junto a cuatro compañeros, acudieron al liceo para conocer cómo realizarían las pasantías. Están frustrados. En un año han hablado poco con sus profesores. No tienen internet en casa y tampoco señal en su teléfono para llamar. Además, deben recorrer bancos en la semana para conseguir efectivo y pagar el pasaje, con una hiperinflación que mantiene al 96% en la pobreza, según encuesta.
De acuerdo a Olga Ramos, especialista en políticas públicas del Observatorio Educativo de Venezuela, en Venezuela «hubo una ruptura en la lógica del aprendizaje en un momento clave del año escolar, cuando estaba por finalizar… No se pudieron cerrar los procesos de aprendizaje y lo que ha ocurrido en muchos casos es desaprendizaje, aprendizajes incorrectos y acumulación de deficiencias. Hay lecciones que solo pueden ser presenciales y se siguen postergando».