Isabel II está «entristecida» por acusaciones de racismo: «Abordaremos el tema en privado»
La reina Isabel II declaró este martes que toda la familia real está «entristecida» al enterarse de las acusaciones de racismo que habría vivido el hijo del príncipe Enrique y Meghan Markle, los duques de Sussex, luego que esta última lo revelara en entrevista a Oprah Winfrey.
Por tal escándalo, ahora la prensa exige saber quién es el miembro racista de la realeza.
«Toda la familia se entristece al conocer el alcance de lo desafiantes que han sido los últimos años para Enrique y Meghan. Las cuestiones planteadas, especialmente las referentes a la raza, son preocupantes. Si bien algunos recuerdos pueden variar, son tomados muy en serio y la familia los abordará en privado», expresó Isabel II en un comunicado, reseñó RT.
En esa línea, manifestó que tanto Enrique y Meghan, como su hijo Archie, quien fue objeto de racismo, siempre serán «miembros de la familia muy queridos».
La entrevista de Meghan
En la entrevista grabada en Los Ángeles, donde residen los duques, estos detallaron las causas que los llevaron a apartarse de la monarquía hace un año, así como los pensamientos suicidas de Meghan Markle y la falta de ayuda por parte de la familia real.
Tras ello, Thomas Markle, padre de la duquesa de Sussex, con la que no mantiene vínculo, admitió sentirse «decepcionado» por la entrevista y negó que la familia real británica sea racista.
La relación entre ambos se rompió después de que Thomas Markle hablase con la prensa antes de la boda de la pareja, celebrada en 2018 en el castillo de Windsor (a las afueras de Londres).
«Tengo un gran respeto por los ‘royals’ y no creo para nada que la familia real sea racista. No creo que los británicos sean racistas», insistió el padre de Meghan, quien alegó que de saber que su hija tenía «problemas psicológicos, la hubiera apoyado».
Ahora, la prensa exige identificar al miembro de la familia real que habría cuestionado el color de la piel de Archie Mountbatten-Windsor, de 2 años de edad, después de que Isabel II y su marido, el duque de Edinburgo, fueran descartados.