Globogorrín contra Leopoldo López y la resistencia democrática
Desde el año 2003 he venido denunciando el poderoso clan de la delincuencia organizada denominado “la banda de los enanos”. Lejos de debilitarse se han convertido en una de las pandillas más poderosas del mundo, derivando sus negocios – iniciados en los tribunales del país- hacia el tráfico de drogas, metales preciosos, lavado de dinero, conglomerados financieros e inmobiliarios y medios de comunicación en los cinco continentes, manteniendo bajo la fachada del foro de Sao Paulo, la desestabilización de los países democráticos.
Uno de los derivados del mal lo constituye el cartel de los soles, que aporta la faz militarista, cuyo capo mayor ya se puso un uniforme, confeccionado por los sastres de los guerrilleros que forman parte de este entramado criminal.
Cuando hice la primera denuncia, nadie pensó las dimensiones tan gruesas de la vertiente judicial, que compraba jueces y juicios y les ordenaban la libertad de delincuentes como Johnny Bolívar, el llamado “ Capitán Bolívar”, quien reconocía como jefes a Maduro, Moreno y a Raúl Gorrín, enanos reinantes desde el 2000, a quien logré frustrar una orden plena de libertad, proveniente de sus socios y enviarlo a las colonias móviles del Dorado, para disgusto de los directivos de la sala plena, que terminaron destituyéndome y con la orden de Nicolás Maduro de ejecutarme. Una vez consumado el triunfo gansteril, el tal Bolívar fue puesto en libertad plena, asesinando en el 2014 a la ex miss Venezuela Mónica Spears. Hoy los enanos controlan todo el poder judicial y todas las mafias del país. Se llegó al colmo que uno de sus pistoleros fue nombrado presidente del Tribunal Supremo. De revolver al cincho, al control absoluto de todo un andamiaje gansteril.
Los enanos se adueñan de los medios
La banda desde sus inicios es capitaneada por un abogado llamado Raúl Gorrín, quien se convirtió en uno de los hombres más rico del planeta, solicitado por 30 causas criminales en varios países como Suiza, Estados Unidos, la Unión Europea y es considerado el gran arquitecto de las operaciones de lavado de las últimas décadas. Autor, junto a Alex Saab, del lavado de monstruosas sumas de dinero y desmantelamiento de Pdvsa. Sus crímenes son incontables y se le acusa de haber participado en el acto terrorista contra uno de los que fue su socio, el fiscal Danilo Anderson, y existen sospechas, que el régimen oculta, sobre la misteriosa muerte de otro connotado enano, Mariano Diaz, cuya avioneta cayó al mar con varios miembros de la banda. Se sabe que Díaz y Gorrín rompieron relaciones, por unas malas cuentas en la venta del oro que saquean del Arco Minero. Como todas las mafias “viven una tremebunda guerra de traiciones”.
Fusilar a la oposición
El canal que Gorrín adquirió con dinero producto del asalto al país se dedica a desprestigiar a la oposición democrática, ensañándose contra sus dirigentes. Las injurias contra Leopoldo López no cesan. Grotescamente Gorrín, cuyo entramado judicial mafioso mantuvo en la cárcel por 7 años a López, a quien le teme por su liderazgo nacional e internacional, y a quien Chávez sigue condenando desde el infierno y Maduro desde la tierra.
López sufrió torturas, vejaciones y cárcel, por el andamiaje enano, que, ahora organizados en los medios, conforman un tropel de linchamiento, que encabeza este delincuente multinacional. Las falsas notas de Globovisión son avaladas por los mercenarios del periodismo que han convertido este canal,” el universal” y muchos otros, en las cloacas de los enanos escondidos en Venezuela, por las solicitudes que pesan sobre ellos, léase Gorrín, Moreno, Perdomo y los cientos de testaferros que pretenden apoderarse no solo de nuestro país, sino de muchos otros. Hasta en África han invertido en millones de hectáreas para extraer sus riquezas.
Globogorrin es el pelotón de ametrallamiento moral de estos bandidos, arropados por la incalculable fortuna que han saqueado.