Especial ND | Variante brasileña y Carnavales: La mescolanza que desató la segunda ola de contagios (2/2)
La segunda ola que se registra en Venezuela tiene, a diferencia de la versión oficialista, dos orígenes: la variante brasileña y la flexibilización en los Carnavales. Esto de acuerdo con los expertos María Graciela López, María Eugenia Landaeta y José Manuel Olivares.
Esta es la segunda parte del trabajo “Especial ND | Variante brasileña y Carnavales: La mescolanza que desató la segunda ola de contagios”, que busca aclarar la situación.
Al cierre de esta nueva publicación, Nicolás Maduro ordenó cuarentena radical en todo el país, desde este 22 de marzo y hasta el 4 de abril, por el creciente incremento en los contagios.
Semana Santa, que era una de las preocupaciones de los expertos entrevistados, será confinada, según Maduro.
Lea el resto del trabajo:
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Imposible saber el impacto real
Los expertos explicaron que para conocer el comportamiento de un virus son necesarias más pruebas PCR. Así puede diagnosticarse incluso la presencia de otras variantes, no solamente la brasileña, y a pesar de que Venezuela tiene los equipos en el IVIC, a cargo de la reconocida epidemióloga Flor Pujol, la baja capacidad de test sume al país en una total oscuridad.
Lo explicó la presidenta de la Sociedad Venezolana de Infectología:
“Para realmente saber el impacto de la variante en Venezuela tendríamos que tomar muchísimas más muestras para poder determinar si una variante circula en tal proporción. Eso es lo que nos podría dar algún reflejo para explicar un comportamiento diferente”.
Concuerda con la doctora Landaeta, quien sostiene que para determinar la variante se depende del número de pruebas que se hagan.
“En este momento, hay una disminución en el número de pruebas, tenemos muy pocas en relación a la que estábamos haciendo anteriormente y eso disminuye las probabilidades de que nosotros podamos detectar las nuevas cepas, pero en el momento que se analizan las PCR y se les hace las secuenciaciones, se detectan las nuevas variables”, dijo.
Y reveló que en el Hospital Clínico Universitario y en una clínica privada donde trabaja “tenemos más de dos semanas que no recibimos insumos para hacer pruebas, son pacientes que no se están diagnosticando y quedan como casos sospechosos”.
Olivares, en tanto, reveló que el gobierno de Maduro recibió 24 equipos con las donaciones y los convenios que se hicieron con la OPS para hacer 380 mil pruebas, y solamente se han hecho 2 mil.
Para él, “hay una política de no hacer pruebas”.
“No puede llevarse el debate a la variante, porque no es el problema, es normal que los virus varíen. Su trabajo es cambiar para sobrevivir, y para eso necesitan al ser humano. El debate debe centrarse en lo que ha hecho todo el mundo, que es masificar y hacer más sencillos los test. En Venezuela es imposible, es un misterio, no se sabe cuántas pruebas hay”, dijo.
Todos concuerdan con el exministro de Salud, doctor Félix Oletta, quien la semana pasada afirmó en exclusiva con ND que no hay una sola prueba que determine que la nueva ola se deba a la llegada de la variante brasileña, precisamente, por falta de un “muestreo extenso”.
Indicó que para atribuir el aumento de contagios a dicha variante, tendría que haberse realizado una gran cantidad de pruebas, que confirmara estadísticamente que la mayoría de las infecciones hubiesen ocurrido por esa mutación.
“La información que se da no tiene un soporte estadístico suficiente. Y está transmitiendo un mensaje que no es el correcto o que está atribuyendo a una sola causa la explosión de casos”, expresó.
Así, deslizó que el incremento de casos actual podría estar vinculado con la flexibilización extensa que se produjo en el mes de diciembre, así como la correspondiente al asueto de Carnaval.
¿Por qué no solo la variante influye?
“Cuando tenemos circulando el virus en una comunidad y favoreces que haya reuniones y no hay regulaciones francas, eso va a traer un aumento en el número de casos”, explica la doctora María Graciela.
“Entonces aquí se está dando la tormenta perfecta entre flexibilizaciones probablemente inadecuadas, con clara influencia de la variante, pero no es posible decir que sea solo por la variante, porque estamos viendo un descontrol en las medidas de seguridad”, indicó.
Señala que es un comportamiento lógico, porque si la población percibe cifras bajas, o promediadas, no acertadas con la realidad, y además hay flexibilización, “las personas que tienen que hacer alguna actividad la van a hacer”.
“Entonces es una responsabilidad muy importante del Estado en el control de una pandemia”, dice. “Hay una responsabilidad individual y las sociedades la hemos alentado, pero tiene que venir un control del Estado”, sugirió.
Recuerda Olivares que hay dos variantes brasileras, la P.1 y P.2, y que si bien hay indicios de que pueden generar aumento de contagios, que “es normal y esperable”, una mutación “no va a dar un incremento como el actual”.
“Decir o argumentar que lo que está pasando hoy es producto de la variante brasileña, no es verdad”, señaló.
Para López, lo normal que ocurra es que se presente la variante en Venezuela.
“Eso es lo normal. Raro sería que nos digan que no está, porque los virus no tienen fronteras, la gente se mueve y con ellos el virus. Tenemos esta variable y probablemente tengamos la variable inglesa, la sudafricana, en la medida que aumente la movilización de las personas”, advirtió
“Pero decir que aumentan por la variante es dar una indicación a la biología de un virus sin reconocer que aquí se han flexibilizado las medidas. Esa implicación se deja influir en una medida inadecuada”, comentó. “Lo que vimos y lo que sabemos del comportamiento individual por la flexibilización, explicaría por sí solo este repunte”.
Entre más pruebas, mejor
El también diputado de la Asamblea Nacional electa en 2015, José Manuel Olivares, sostiene que hay que aumentar la capacidad de pruebas para que todo el mundo pueda hacérselas, pero que el gobierno no lo ha hecho teniendo las herramientas “porque no les da la gana, porque quieren mantener un ordenamiento virtual de la curva”.
Para María Graciela López “mientras más pruebas mejor”, porque los resultados se ven por tasas, más que por números absolutos. Advierte además que al principio de la pandemia el máximo número de pruebas diarias eran 6 mil, y probablemente, “había que hacer entre cinco y diez veces más, para poder conocer la realidad”.
Por tanto, sugiere José Manuel Olivares aumentar la capacidad de respuesta, “que no lo han hecho en un año, y sin duda alguna, tomar medidas reales”, porque viene Semana Santa.
“Hay gente que hace política para ser popular, pero lo popular ahorita no es la parranda o el negocio. Probablemente un negocio pueda recuperarse en dos meses, pero un abuelo, una abuela o un médico que se muera de covid, se va a morir y no hay vuelta atrás”, advirtió.
Va de la mano con la presidenta de la SVI, que recomienda recoger las medidas inadecuadas, sin necesidad de política.
“A esto hay que sacarle el tema político. No es la intención politizar esto porque esto no es político. Es salud pública, y cuando se toma una medida inadecuada, hay que recogerla. Estamos en una pandemia, nadie tenía preparación para eso, muchas de las medidas tomadas mundialmente han sido ensayo y error, es así, pero cuando se comete un error, hay que revertirlo”, dijo.
No obstante, y a pesar de que no debería mezclarse, para Olivares, que Maduro culpe a la variante brasileña de la crisis en puerta tiene como intención culpar “al responsable externo”, interponiendo la geopolítica, en un juego “de medias verdades”.
“La intención final es la misma de siempre, el responsable externo. Al final siempre hay un juego, por geopolítica, de medias verdades, manipulación, mentira. Fuera más responsable incluso decir que se equivocaron con Carnaval, pero decir que el colapso de un sistema no estructurado es por una variante, no es verdad. Es una de las causantes, es verdad, pero no la matriz de la crisis”, sentenció.
Por tanto, dice, “entendiendo que Maduro es incapaz de proteger a nadie”, no queda más que preservar la vida, tomarse en serio esto “y que cada familia se cuide”.
@jherreraprensa