Empresariado venezolano: Muestra de resiliencia, reinvención y amor por lo hecho en el país
La situación en Venezuela, si bien ha marcado fuertemente a la sociedad, también ha sabido demostrar que existen quienes, a pesar de todo, están dispuestos ayudar. Claro ejemplo son las empresas privadas, que en medio de la pandemia del covid-19 y la severa crisis económica, siguen dando ejemplo de solidaridad, resiliencia y empeño por lo hecho en casa.
Hay empresarios que, en estos momentos coyunturales, han logrado brindar lo que el venezolano necesita, tendiendo puentes y acompañando en todo momento. Yasser Daga y su empresa, Frigilux, es uno de ellos, así como Lorenzo Mendoza con su empresa Polar, el señor Alejo Hernández, con la Organización El Tunal y otros grandes reconocidos del gremio empresarial venezolano.
Así lo sugirió el periodista Luis Olavarrieta, quien en su programa por Instagram conversó con los máximos representantes de la empresa privada venezolana sobre cómo han logrado subsistir: Ricardo Cussano, Felipe Capozzolo, Adán Celis y Aquiles Hopkins.
Olavarrieta menciona que empresas como Frigilux destacan porque a través de su fundación “participa activamente en programas de salud a nivel nacional, asistiendo a miles de pacientes con distintas patologías”. Lo mismo con Polar, que «sigue contribuyendo con la formación y promoción del sueño deportivo de miles de jóvenes en el país» o Nestlé, que impulsa planes de desarrollo agrícola e industrial.
Eso, sostiene el comunicador, denota que el compromiso social del empresario no se ha detenido, pues en el país “existen infinidades de ejemplos que el venezolano ha palpado a través de los años”.
Tal afirmación fue acompañada por el presidente de Consecomercio, Felipe Capozzolo, quien resalta que en medio de la pandemia, este “es un momento estelar para la empresa privada venezolana”.
Capozzolo afirma que hay que buscar “ejemplos en nuestra historia”, al recordar que justo en momentos difíciles “siempre han salido figuras que han podido dar ejemplo, no solamente en lo empresarial, en lo económico, en lo político”.
Para Adán Celis, presidente de Conindustria, no es muy distinto. Él destacó, entrevistado por Olavarrieta, que muchos empresarios han apostado por influir y cambiar la forma de ser de la sociedad venezolana.
“Muchos de los empresarios hoy en día estamos apostando a eso, a ese cambio que necesita el país, a esa transformación que necesita el país, de ese país del vivo al país del trabajo, al país de la producción, al país de las ganas, al país del querer hacer, al país de querer transformar, al país de llevar a una Venezuela bonita, la Venezuela donde todos volvamos a reírnos, a esa Venezuela de alegría, esa es la Venezuela a la que apostamos los industriales, a la que apostamos los empresarios”, indicó.
Las reflexiones del audiovisual de Olavarrieta rememoran a grandes empresas, como Frigilux, compañía con más de 50 años en el mercado venezolano, que aparte de su actividad comercial
ha asistido a innumerables personas a través de un trabajo social dedicado, precisamente, para apoyar a quienes más lo necesitan.
Y es que son valores de un país. En concordancia con el presidente de Fedecámaras, Ricardo Cussano, lo que hace ésta y las demás empresas privadas venezolanas dan a entender que, aun en la más grande crisis, sigue existiendo “ese espíritu emprendedor y ese espíritu de libertades”.
Pero no solo eso. En Venezuela las empresas han sabido enaltecer la palabra “resiliencia”. Así lo explica el presidente de la patronal:
“Yo creo que (lo que representa al empresario venezolano), sin duda alguna, primero esa palabra que hoy, ese concepto que hoy vemos tatuados en tantos brazos de los venezolanos que es la “resiliencia”.
Y el sentir venezolano:
“Sin importar la dimensión, el más pequeñito empresario en cualquier rincón del país hasta la más grande expresión de lo que es la empresa, lo hace con un profundo sentir el venezolano”.
Cercanía con la sociedad
De acuerdo con la más reciente encuesta de la firma Datanálisis, las empresas privadas tienen el 47% de la aceptación de los venezolanos, siendo sectores productivos cercanos, que, de acuerdo con Celis, siempre están pendientes de la sociedad.
“Ven (los venezolanos) que a pesar de todas las dificultades de las que tenemos, nosotros los empresarios seguimos sin ningún tipo de ayuda, más bien con una cantidad de trabas que nos ponen las autoridades y a pesar de eso seguimos, seguimos pendientes de nuestros colaboradores, seguimos pendientes de nuestro proveedores, seguimos pendientes de nuestro clientes, seguimos pendientes también de nuestros accionistas, pero también pendientes en muchos casos de las mismas comunidades que están cercanas a nuestras industrias”, señaló el presidente de Conindustria.
El hecho es que la crisis ha hecho que todas las empresas, como Frigilux, Nestlé, Excelsior Gama, El Tunal, y otras tantas, de firma venezolana, se reinventen, en mayor o menor medida, y sean “un poco más eficientes”, de acuerdo con Aquiles Hopkins, presidente de Fedeagro.
“Aquí a todos nos tocó, unos en mayor medida, otros en menor medida… a diversificarnos, a reinventarnos, a lo mejor a ser un poco más pequeños pero más eficientes, a mirar el mundo de otra manera, a entender que el “papá Estado” se acabó, que ya no vamos a vivir más de subsidios, que esa Venezuela que dependía del petróleo se acabó, y probablemente no la vamos a ver más, no porque Venezuela vaya a dejar de ser un país petrolero, sino porque tenemos que dejar de ser un país monoproductor, y el campo venezolano está llamado a tener ese gran reto: de atender la alimentación que el mundo va a demandar, porque la demanda de alimentos en el mundo va a crecer 50% de aquí al año 2050”, reflexionó.
Así, y ante empresas reinventadas, golpeadas, pero resurgidas y comprometidas; no queda más salvo el reconocimiento, sobre todo de los empresarios más humildes, que se mantienen produciendo, algo que Felipe Capozzolo comparte:
“Reconocer labor de los empresarios más humildes, la labor de las mujeres sostén de familia, la labor de todos aquellos que salen en la mañana muy temprano a buscarse la vida”, pues “con el trabajo diario y con el esfuerzo que hacen logran sacar de una u otra forma a sus familias”.
“Y más ahora”, dice, “donde se ha perdido tantísimo empleo, donde las oportunidades para obtener un empleo bien remunerado no son tan sencillas y tienes que apelar al emprendimiento en uno de los ambientes más adversos que te puedas encontrar”.