CDC: Pacientes psiquiátricos viven un perturbador confinamiento sin tratamiento y desatención
Pacientes psiquiátricos señalan que deben hacer proezas para completar el tratamiento por la falta de insumos de las instituciones públicas. Según declaraciones de familiares, recogidas por el Correo del Caroní, «conseguir su tratamiento en el sector es como sacarse la lotería; cuando hay Carbamazepina, no hay Quetiapina y, rara vez, hay Bromazepam. Todos cuestan más de 10 dólares en el sector privado».
30% de los pacientes con esquizofrenia y bipolaridad están en condición de calle por la descompensación que ocasiona la falta de tratamiento.
El problema también afecta a los pacientes que por distintas razones presentan convulsiones, tal es el caso de Rosario Arias, que denuncia que es cada vez más complicado completar el tratamiento para su esposo que presenta fallas neurológicas luego de una operación de marcapasos, y ahora tiene episodios de demencia.
De los tres medicamentos psiquiátricos que necesita su esposo, solo puede adquirir Fenobarbital y Risperidona. En lugar de Somazina, que se utiliza para alteraciones de la memoria , con la sorpresa que muchos de esos medicamentos están en el mercado a precios elevados. «Provoca salir corriendo, si no fuera por él, yo ya hubiese migrado», dice Rosario para el Correo del Caroní.
El surtido es intermitente porque nada puede reemplazar la responsabilidad de abastecimiento continuo que debe asumir el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), que desde 2016 redujo la lista de compra de medicamentos psiquiátricos. Los donativos de las fundaciones alcanzan para apenas 20% de los pacientes que acuden al consultorio.
Cuando llegan, el personal del área trata de reservarlos para los pacientes más críticos que son quienes sufren de esquizofrenia, bipolaridad y alzhéimer. «Eso porque los depresivos todavía se pueden manejar con medicamentos que se consigan y todavía se pueden pagar. A veces llega a farmacia, pero los demás sí que son de alto costo», explica la enfermera del servicio, Graciela Moreno.
«Apenas 5% de los pacientes psiquiátricos que acuden a la consulta de Uyapar pueden costear sus tratamientos en el sector privado ante el desabastecimiento en el sector público», expresó Moreno.
La consecuencia del desabastecimiento en el sector público es que los pacientes más críticos se descompensan de tal manera que terminan en condición de calle y aunque pasen desapercibidos para Minsalud, vagan por Ciudad Guayana como rastro irrefutable de la crisis de salud mental en todo el estado Bolívar. Los hospitales principales de su municipio más poblado, Caroní, son un vivo reflejo de eso, incluyendo el hospital Dr. Raúl Leoni en San Félix.
La OMS establece que un paciente con esquizofrenia, bipolaridad o depresión, e incluso con trastornos mentales severos, puede estudiar, trabajar y mantenerse activo socialmente sólo si se le garantiza tratamiento continuo y atención especializada con la que no cuentan en el interior del país.
Con información del Correo del Caroní.