BBC: Preocupa Venezuela por el aumento de casos y muertes por Covid-19
Tras el incremento en el número de casos y decesos por Covid-19 en el país por la llamada “segunda ola”, Venezuela se encuentra en “el peor momento” para enfrentar la emergencia sanitaria, así lo reseñó este viernes BBC Mundo.
Como consecuencia de las acciones del Gobierno de Maduro al permitir la flexibilización de la movilidad en el país durante el mes de diciembre y febrero, fue impuesta una «cuarentena radical» esta semana y la próxima, que coincide con la festividad de Semana Santa.
«Ahora estamos ante la segunda ola. Sin lugar a duda, a partir del 16 de marzo detectamos una segunda ola del coronavirus que tiene como causal fundamental la llegada de la variante brasileña a nuestro país», indicó Maduro. Reiteró que la «cuarentena radical» durará dos semanas más, hasta el domingo 4 de abril.
La semana pasada se superaron los 1.000 casos diarios reportados. «Desde septiembre no pasábamos de los 1.000 casos. Habíamos logrado contener esa primera ola y la habíamos llevado a una meseta y control», dijo el presidente el domingo.
El miércoles 24 de marzo, el gobierno reportó 807 nuevos casos en las últimas 24 horas y diez fallecidos para un total de 1.521, números muy inferiores, pese a todo, a otros de la región.
Situación hospitalaria
De forma oficial, el Gobierno de Maduro no dio cifras sobre ocupación de camas, pero varias fuentes del sector consultadas por BBC Mundo constatan el aumento de casos que, como se temía desde hace un año, tensan el sistema hospitalario de un país que lleva años en una severa crisis económica.
«Urgencias está colapsada, saturada. Las 36 camas de Covid que tenemos están ocupadas todo el tiempo», dice María Eugenia Landaeta, jefa del Servicio de Infectología del Hospital Universitario de Caracas a BBC Mundo.
«Al principio del año, en enero y febrero, no todas las camas estaban ocupadas, y había posibilidades de ofrecer hospitalización, pero desde carnaval ha colapsado», agrega la doctora.
«Tenemos a muchos pacientes controlados en sus casas, y a los que requieren hospitalización tratamos de referirlos a otros centros, pero ninguno recibe pacientes porque están colapsados», dice la médica, que es crítica con la dotación de recursos del gobierno y que lamenta la pérdida de personal por unos salarios públicos devorados por la hiperinflación.
«Ahora empezamos a ver las costuras de los problemas estructurales», dice Felipe, que asegura que los hospitales centinela del gobierno están bien dotados para el tratamiento del Covid-19. La ocupación de camas para Covid en las clínicas privadas de la capital está en torno al 95%-96%, dice, y es mayor en los centros públicos. Lo mismo sucede en la ciudad de Valencia, en el centro del país, a unos 150 kilómetros de Caracas.
Las vacunas
El Gobierno de Nicolás Maduro tomó medidas restrictivas hace un año que le permitieron contener la pandemia. Para hacerlo en adelante será vital la vacunación, pero es uno de los países de la región más atrasados en ese aspecto.
La semana pasada, el gobierno y la oposición, que puede acceder a recursos congelados por el Tesoro de Estados Unidos, país que no reconoce a Maduro como presidente, llegaron a un acuerdo que permitirá la llegada de vacunas del mecanismo Covax, por el que los países más pobres acceden a dosis a un precio muy ventajoso.
Se estima que los 18 millones de dólares para acceder a Covax, no son suficientes.
«Luego del pago es necesario ratificar que existen fondos suficientes, alrededor de 100 millones de dólares, para completar el pago del resto de la vacuna, que son alrededor 2,4 millones de vacunas que llegarían conforme se haga el pago y se haga la asignación de vacunas para los países», explicó esta semana Ciro Ugarte, director de emergencias de salud de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Pese a la ausencia de vacunas, la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, reiteró este miércoles que Venezuela no importará vacunas de AstraZeneca, previstas en el mecanismo Covax, por los supuestos riesgos de efectos secundarios que tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los organismos reguladores de medicamentos de Reino Unido y la Unión Europea han rechazado. Según informó la BBC Mundo.