VOA: A los venezolanos se les imposibilita vivir sin el apoyo de remesas, que cayeron en 56%
La economía en el hogar de la familia Alfonso empezó a complicarse el pasado año cuando su hija en Madrid, donde vive desde hace 2 años, se quedó sin empleo por efecto de la pandemia del coronavirus, por lo que dejó de enviar remesas.
«Siempre me ayudaba con el mercado (abastecimiento) mensual, pero ahorita ya no puede. A veces me envía algo, pero ya no como antes. Ha sido fuerte, porque lo que aquí uno gana, no alcanza. Si compras una cosa, no compras otra», cuenta Ángela Alfonso, una venezolana que trabaja por cuenta propia como proveedora de textiles para sastrerías. «Uno trabaja, prácticamente solo, para pagar alimentos», advierte.
Como en el de ella, en otros hogares de Venezuela han sentido el mismo golpe y es que, de acuerdo con cálculos de la firma Ecoanalítica, el envío de remesas a Venezuela cayó un 56 por ciento en el último año. El monto de esos aportes pasó de 3.500 millones de dólares, en 2019, a menos de 1.600, en 2020.
Luis Arturo Bárcenas, economista sénior de Ecoanalítica, explica que el estancamiento de las actividades en esos países, por el confinamiento, tuvo un efecto dominó en los depósitos en divisas a las familias venezolanas.
«Con menos producción en esas economías, hubo menos demanda de trabajo. ¿Qué es lo que pasa con Venezuela? Muchos de los que emigran son empleados informales. Otro de los factores que impactó es que muchas de las remesas se entregan en efectivo, sobre todo, las que provienen de Colombia y con el cierre de la frontera común, esto se vio afectado», explicó Bárcenas a VOA.
A pesar de que la economía en Latinoamérica comienza a reabrirse, por la aplicación de las vacunas contra la covid-19, la firma Ecoanalítica, no ve una recuperación en los montos de las remesas en el corto plazo. Estima que máximo podrían alcanzar los 1.900 millones de dólares a finales de 2021.
Un tema que es «crucial» para Anabel Fernández, una jubilada venezolana, de 60 años.
«Hoy en día, creo que si no tienes un apoyo del exterior es imposible vivir en Venezuela», lamenta Fernández, quien, para su alivio, cuyos hijos han continuado haciendo depósitos desde el extranjero, a pesar de la pandemia.
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