Unos 740 migrantes venezolanos forman parte del principal grupo criminal brasileño PCC en Roraima
Al menos 740 migrantes venezolanos forman parte del grupo criminal Primer Comando Capital (PCC) en el estado fronterizo de Roraima, según denunció este lunes la Fiscalía de Brasil, informo El País.
Por medio de una nota escrita a mano en una página arrancada de un libro de texto dice que el venezolano Argenis Rafael Barrios López ha asistido a dos universidades: Puente Ayala y PAMC. Sin embargo, este hombre de 30 años no tiene estudios superiores. Al menos no en instituciones de educación formal. Puente Ayala es el apodo de la prisión José Antonio Anzoátegui de la ciudad de Barcelona, una de las más violentas de Venezuela. Y el PAMC es la Penitenciaría Agrícola de Monte Cristo, en el Estado fronterizo de Roraima (al norte de Brasil), que en los últimos años ha sido escenario de dos grandes masacres que conmocionaron al país. En estas dos cárceles, obtuvo certificados de criminalidad que atrajeron la atención del grupo criminal brasileño Primer Comando de la Capital (PCC). Ahora, López es uno de los 19 venezolanos denunciados por la Fiscalía del Estado de Roraima acusados de formar parte de la facción. Lo que más llamó la atención de las autoridades fue que todos eran “miembros bautizados” por el PCC, no solamente colaboradores.
La nota con la afiliación de López al PCC fue incautada durante un operativo realizado en la PAMC por las fuerzas federales de intervención que operan en el Estado desde 2018, con el objetivo de arrebatar el control de las cárceles de las manos de la facción tras las escenas de barbarie que se vivieron en la unidad en 2016 y 2017, con un saldo de más de 40 muertos. La cooperación de extranjeros con el grupo no es nada nuevo: algunos paraguayos e incluso italianos, por ejemplo, tienen conexiones con el PCC. Pero el bautizo de los venezolanos muestra un fortalecimiento de los lazos entre el crimen organizado de ambos países. El testimonio de Cristian Alexis Graterol Cabello, otro venezolano denunciado, refuerza esta tesis. Según él, al menos 740 de sus compatriotas se han unido a las filas de la facción en Roraima en los últimos años. Además, el PCC se ha aliado con el grupo criminal Tren de Aragua, uno de los más importantes de Venezuela, que se dedica a “la extorsión, los secuestros, los homicidios, el robo de vehículos y el tráfico de drogas y armas”, según informa el grupo de investigación internacional InSight Crime. Venezuela, a pesar de no ser un gran productor de drogas, es considerado un territorio libre para el tráfico, incluso con sospechas de participación de militares en negocios turbios.
Los venezolanos bautizados no solo ocupan posiciones subordinadas dentro del organigrama del PCC en Roraima. Cabello es un ejemplo de la confianza depositada por los delincuentes brasileños. Sucedió a Michel Mota Magalhães en el control de los puntos de venta de droga en el complejo residencial Vila Jardim, el barrio más importante de Boa Vista, la capital estatal. Los documentos incautados por la intervención federal en el PAMC también señalan que el acusado formaba parte del área de “comunicación y relaciones de Estados y Países”, departamento del PCC encargado de coordinar la venta de drogas al por menor, un puesto muy importante dentro de la jerarquía del grupo. Según la Fiscalía, le correspondía “administrar, verificar los estados de cuenta, dar órdenes de pago para la compra de narcóticos y armas, compra de casas de apoyo, pago a familiares de presos que estaban en penitenciarías federales, retiro de dinero de Brasil a Paraguay, conversión de dinero en dólares en Paraguay, Panamá, México y España”. En otras palabras, Cabello ha ocupado una posición destacada y una acción internacional para la facción.
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Leyenda de foto: La nota de afiliación del venezolano Argenis Rafael Barrios López como miembro del PCC, foto de El País.