Santuarios de Juventud
El pasado 12 de Febrero recordamos el Día de la Juventud en un maravilloso evento en Pozuelos Arriba, en Puerto La Cruz, donde los jóvenes nos acompañaron a la reinauguración de una cancha deportiva que ya está al servicio de los jóvenes deportistas de la zona.
Y ¿por qué celebramos ese día en una cancha? Porque cada área dedicada al deporte es un santuario para la juventud, son espacios que generan vida y bienestar para las nuevas generaciones. Pues, un joven con un balón entre sus manos, es un joven que toma el camino correcto.
Creemos que las canchas son templos para los jóvenes, zonas donde se forja el carácter, donde los muchachos aprenden de disciplina, trabajo en equipo y organización; son espacios que salvan vidas al evitar que nuestros muchachos tomen decisiones incorrectas o se pierdan por malos caminos.
Celebramos el Día de la Juventud con hechos y en pleno movimiento, conmemoramos la heroica Batalla de La Victoria asegurándoles a los jóvenes que ellos son lo más importante para una nación como Venezuela.
Y, rodeados de esa juventud que resiste, que sueña, que lucha y que no se rinde, rodeados de esos jóvenes que tapan mis canas y me llenan de ánimos para continuar adelante, recordé las palabras de José Félix Ribas cuando dijo: “no podemos optar entre vencer o morir, necesario es vencer”.
Pues, hoy cuando nos la jugamos todas por la libertad de Venezuela, cuando estamos decididos a darlo todo por dejarles un mejor país a nuestros hijos y nietos, repetimos la frase de Ribas y agregamos que “entre vencer o morir, necesario es vencer… Y nosotros venceremos”.
Y ¿por qué venceremos? Porque la razón está de nuestro lado, porque quienes luchamos por la libertad, por los derechos de los ciudadanos, quienes luchamos por un mañana mejor, tenemos la bendición de Dios y la fuerza de la sociedad, porque lo justo – por más que se demore – siempre se impondrá frente a la tiranía, la mentira y la opresión.
Estoy convencido – más que nunca en mi vida – que debemos echar el resto por nuestros hijos, por nuestro país, por un porvenir de libertades para esos millones de muchachos que tienen una vida por delante y quieren vivirla en su país. Por ellos tenemos que seguir y hacer lo que esté en nuestras manos para que Venezuela vuelva a ser aquella tierra de oportunidades que siempre fue.
Hoy recuerdo como en mis tiempos los jóvenes de aquellos días podíamos ir a una cancha deportiva y dar lo mejor de nosotros, recuerdo como muchos de esos muchachos de entonces tuvimos la oportunidad de estudiar y graduarnos gracias a las becas Gran Mariscal de Ayacucho; volteo la mirada y veo aquello que fuimos y aquello que podemos volver a ser.
Tenemos que luchar para rehabilitar todas las áreas deportivas del estado, todas los espacios para la cultura, el arte y la academia, tenemos que hacer que brillen de nuevo nuestras universidades, que nuestros jóvenes tengan acceso a Wi-Fi gratuito, que un balón y un libro esté al alcance de todos y para ello debemos cambiar la conducción del país y hacer que retorne la democracia a Venezuela.
Y lo vamos a lograr.