Reclamos de «islamo-izquierdismo» enfrenta al Gobierno con la Universidad en Francia
París, 21 feb (EFE).- El islamo-izquierdismo, un controvertido neologismo que establece una convergencia entre integristas musulmanes y grupos de extrema izquierda, se ha convertido en Francia en inesperado foco de lucha entre el Gobierno y la comunidad universitaria.
La polémica comenzó a gestarse el pasado domingo y ha crecido en los últimos días hasta el punto de que más de 600 profesores e investigadores, incluido el economista Thomas Piketty, reclamaron este fin de semana la dimisión de la ministra de Educación Superior, Frédérique Vidal.
«El islamo-izquierdismo gangrena la sociedad en su conjunto y la universidad no es impermeable. Hay gente, aunque minoritaria, que aprovecha su título y su aura para defender ideas radicales o militantes», había dicho esta última en el canal CNews.
Dos días más tarde, el martes, pidió al Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNRS) un balance del conjunto de las corrientes de investigación en las universidades para poder distinguir entre investigación académica y militante.
Aunque no hay consenso en torno a la definición y el alcance exactos del término, el Ejecutivo teme que esa alianza entre un pensamiento islamista y la extrema izquierda esté infiltrándose en la Universidad a través de nuevas teorías de raza, de género o de clase.
La ministra subrayó este domingo en el semanario Journal du Dimanche (JDD) que quiere saber si la libertad académica y la de expresión se están viendo perjudicadas y aplicar un enfoque racional y científico al respecto para salir de las sospechas y tener una cartografía de posibles sectores afectados por la propaganda y el adoctrinamiento.
Enfado de la comunidad científica
Pero su propuesta no ha sido bien recibida. El CNRS estimó el miércoles que el islamo-izquierdismo es «un eslogan político utilizado en el debate público que no corresponde a ninguna realidad científica».
Ese organismo condenó toda tentativa de deslegitimación de diferentes campos de investigación, como estudios poscoloniales, interseccionales o trabajos sobre la raza o la discriminación racial, pero apuntó que acepta el encargo con la voluntad de aportar una aclaración científica.
La expresión «islamo-izquierdismo» fue acuñada y popularizada en Francia en 2002 por el historiador Pierre-André Taguieff y el debate en torno a la misma llega en un momento en que la Asamblea Nacional acaba de aprobar un proyecto de ley «que reafirma el respeto de los valores de la República», como el laicismo o la igualdad de género.
«Dejar prosperar en nuestras universidades ideologías contrarias a esos mismos principios enviaría una señal desastrosa», dijeron diputados del partido conservador Los Republicanos al presidente de la Cámara Baja, Richard Ferrand, en una carta difundida hoy por el JDD.
Pero la comunidad universitaria ha interpretado la iniciativa como una «caza de brujas» como la que el senador estadounidense Joseph McCarthy emprendió en los años 50 contra sospechosos de pertenecer o simpatizar con el Partido Comunista.
«Vidal nos designa culpables de pudrir la universidad. Quiere una investigación, amenaza con dividirnos y castigarnos, quiere hacer reinar la sospecha y el miedo y pisotear nuestras libertades académicas», indica el personal que reclamó en Le Monde su dimisión.
«Es la libertad de expresión. (…) Cada uno debe poder expresarse. En el desacuerdo se avanza», señaló este domingo la ministra en respuesta a esa petición que en su llamamiento consideró que se estaba difamando a toda la profesión. EFE