OPS aclara las 10 dudas más comunes sobre la aplicación de las vacunas contra el covid-19
Pese a que el mundo cuenta con una amplia variedad de vacunas contra el coronavirus que ya han sido aprobadas algunas por la OMS, todavía existen ciertos mitos y creencias populares que distorsionan los beneficios y confunden a las personas.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) aclaró los mitos y dudas más comunes que giran en torno a la aplicación de la vacuna, demostrando su uso seguro.
1. La Inseguridad de las vacunas
La seguridad de las vacunas es siempre la máxima prioridad. Todas las vacunas pasan por tres fases diferentes de estudio (o ensayo clínico) antes de que puedan ser aprobadas para su uso. Las fases tienen por objetivo garantizar, justamente, la seguridad y la capacidad de la vacuna para proteger contra la enfermedad (eficacia), así como otras cuestiones relacionadas con ella, incluidas cuántas dosis se necesitan y cuándo deben administrarse.
En algunos casos las fases se aceleran porque se dispone de información suficiente. Una vez que estas vacunas se aprueban para su uso en la población, el monitoreo de la seguridad continúa. Este seguimiento es un componente habitual de los programas de inmunización y se realiza con todas las vacunas.
2. Ensayos en humanos
Es cierto que las vacunas contra el Sars-CoV-2 se han desarrollado más rápido que cualquiera otra, pero todas las candidatas están pasando por los mismos ensayos clínicos en los que la seguridad y la eficacia son prioritarias.
Como la pandemia ha afectado al mundo entero, ha habido una colaboración global y un incremento del financiamiento público sin precedentes que ha permitido que estos biológicos se desarrollen con más rapidez.
Además, el covid-19 no es el primer coronavirus que causa una epidemia. Numerosos científicos han estado trabajando en vacunas contra otros coronavirus desde las epidemias de Sars y Mers, con lo que se ha adelantado mucho en el proceso de desarrollo. En concreto, la tecnología usada para este tipo de vacunas se empezó a desarrollar hace más de diez años.
En conclusión, los ensayos voluntarios son estrictamente controlados.
3. Las vacunas afectan el ADN
Aunque las vacunas contra el covid-19 son las primeras basadas en el ARN mensajero que se aprueban, no son las primeras que se han ensayado con humanos. Las vacunas de ARN mensajero proporcionan «instrucciones» para que las células produzcan la proteína que se encuentra en la superficie del virus. Las células que crean esa proteína no producen la enfermedad, sino que ayudan a que el cuerpo produzca una respuesta inmunitaria similar a la que ocurre en las infecciones naturales.
El ARN mensajero nunca ingresa en el núcleo de la célula, donde se encuentra el ADN, por lo que la vacuna no entra en contacto con el componente genético humano. Además, la tecnología ARN mensajero también tiene otros usos médicos; por ejemplo, es un tratamiento habitual contra el cáncer.
4. Las vacunas debilitan las defensas
La vacuna no debilita o sobrecarga el cuerpo, ni hace que la gente enferme. Algunas personas pueden experimentar efectos secundarios leves, como dolor en el lugar de la inyección, molestias musculares o fiebre, pero estos desaparecen rápidamente.
Estos efectos secundarios son el resultado de la respuesta del sistema inmunitario a la vacuna y no son un signo de que se haya contraído la enfermedad.
5. Mantener las medidas después de vacunarse
Es necesario continuar con el uso de los tapabocas, mantener la distancia física y lavarse las manos con frecuencia, incluso después de recibir la vacuna, porque aunque la persona está protegida, podría transmitir el virus, y mientras la mayoría de las personas no se hayan inmunizado, estas medidas hay que mantenerlas.
6. Las vacunas tienen un «microchip»
Las vacunas solamente se usan para proteger a las personas de enfermedades que pueden causar la muerte. Los microchips nunca se han usado en las vacunas y no son parte de las vacunas contra el covid-19.
7. Vacunas elaboradas de tejidos humanos
Ninguna vacuna, incluidas aquellas contra el covid-19, se desarrolla o ensaya con tejidos de fetos humanos abortados, ni los contienen.
8. Las vacunas y la infertilidad
Las fases de los ensayos clínicos de las vacunas que han recibido autorización para uso de emergencia han demostrado que recibir la vacuna no afecta la fertilidad; es más, algunas participantes en los estudios clínicos quedaron embarazadas durante el estudio. Ninguna vacuna de la que se sospeche que puede afectar la capacidad de una persona para concebir ha sido o será aprobada.
9. La infección natural como solución
Como el covid-19 afecta a todo el mundo, para obtener una inmunidad colectiva se necesitaría que -al menos- el 70 por ciento de las personas se infecten; las cifras de muerte serían muy elevadas y moralmente injustificadas.
10. Suspensión de ensayos
Cuando un participante en un ensayo presenta una enfermedad inexplicable, la cual puede o no estar relacionada con la vacuna que se está evaluando, es normal que se investigue en profundidad y, en este sentido, los protocolos obligan a suspender de manera temporal los ensayos clínicos de vacunas, mientras se analiza la situación.