Ministra penitenciaria admite tuberculosis en cárceles de Lara pero que la están «controlando»
La ministra penitenciaria, Mirelys Contreras, admitió este miércoles que en las cárceles de Lara hay tuberculosis, enfermedad que ha sido mortal durante los últimos años y que en las últimas semanas ha acabado con la vida de 5 reos. Pese a ello, expresó que trabajara para darle atención a quienes padezcan la enfermedad.
«Hemos tenido atención y tratamiento a los privados de libertad que presentan tuberculosis por mucha población (dentro de los penales). Tenemos quienes son y están siendo controlados, siempre hemos tenido esa patología dentro de los establecimientos penitenciarios», exclamó.
De acuerdo a La Prensa de Táchira, la ministra detalló que el Ministerio de Cárceles y el de Salud han sostenido conversaciones para la atención de los reclusos con esta patología, a quienes ya le estarían entregando medicamentos.
El pasado año fallecieron 59 reclusos en la entidad, 52 de ellos por enfermedades donde la tuberculosis fue la más letal, seguido de desnutrición, insuficiencia respiratorio y obstrucción intestinal
Sin embargo, Contreras aseveró que los casos de tuberculosis eran mayores cuando inicio el servicio penitenciario en 2011 ya que con el pasar de los años los han controlado.
«No vamos a escapar de los casos que han habido, además hay uno que otros (reclusos) que presentan otras patologías y se le suma la tuberculosis complicando su salud y causando la muerte», subrayó.
Contreras visitó la Comunidad Penitenciaria de Fénix en compañía del presidente del Circuito Judicial Penal, Martín Maldonado y el secretario de seguridad ciudadana, para inspeccionar el recinto y entregó certificados, ya que un grupo de reos se graduó tras terminar primaria y bachillerato en la Misión Ribas y Robinson.
El año 2020 cerró con la cifra más alta de presos fallecidos a causa de tuberculosis y desnutrición desde hace aproximadamente cuatro años.
Uno de los casos más sonados de muertes por tuberculosis en el país en las últimas semanas fue la del preso político y pemón Salvador Franco, quien falleció por esta enfermedad y desnutrición.