Maduro controlará el país con puño férreo si expulsa al resto de embajadores de la UE: Experto a VOA
La expulsión de la embajadora de la UE en Venezuela, Isabel Brilhante, significa un acto diplomático “insólito” el cual entorpece la posibilidad de la mediación de Europa para lograr una salida consensuada, electoral y multilateral a la crisis, según opinan analistas a Voz de América.
Luis Angarita, docente universitario experto en relaciones internacionales, destaca que la decisión de la diplomacia venezolana implica un enfrentamiento al consenso de 27 países miembro de la Unión Europea, incluso de aquellos que han abogado por dejar un margen amplio de conversaciones con el madurismo.
“El canciller enfocaba sus declaraciones en Alemania, Países Bajos, España, que tratan de construir el consenso (en Europa sobre Venezuela), pero para la UE es un ataque a toda la institución”, comenta en entrevista con la Voz de América.
Angarita recuerda que la Unión Europea adquirió relevancia para cumplir un rol fundamental en la búsqueda de una salida a la crisis política venezolana. La expulsión de Brilhante obstaculiza esas posibilidades, opina.
¿Más expulsiones?
La gran pregunta es si Maduro piensa “quemar todos los puentes” con la Unión Europea mediante la expulsión de los delegados diplomáticos en Caracas de países clave del bloque, como Alemania, Francia o España, advierte Alfredo Michelena, sociólogo y diplomático con especialidad en asuntos económicos.
“No creo que se atreva”, dice a la VOA el experto, a la vez que subraya que la aproximación mundial al caso venezolano vive una segunda etapa, posterior a la presidencia del estadounidense Donald Trump, donde se debate activamente la oportunidad de negociaciones sobre elecciones libres con Europa de epicentro.
Si expulsa al resto de embajadores del bloque europeo, Maduro estaría concretando “el gran zarpazo” para aislarse y controlar el país con puño férreo, contrario, incluso, al pragmatismo cubano, estima Michelena.
La expulsión de Brilhante es un acto diplomático “realmente insólito, inaudito”, según valoró Juan Francisco Contreras, especialista en relaciones internacionales.
El destierro de una misma embajadora en dos oportunidades en ocho meses puede no tener precedentes en la historia diplomática, considera. “Es lamentable. El país queda mal parado”, comenta a la Voz de América.
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