El objetivo central entonces son elecciones libres, elecciones que deben ser aceptadas por el chavismo. Cómo lograrlo es la pregunta central, y esta tiene varias aristas:
– Las sanciones. ¿Se deben aumentar las sanciones individuales y eliminar o reducir las sanciones que afectan a los venezolanos? ¿Eso incluiría eliminar las sanciones a la venta de petróleo? ¿Y las sanciones para impedir la importación de diésel, por ejemplo?
– Lo primero es significar qué son para nosotros las sanciones contra Maduro. ¿Qué busca la sanción? Son las palancas de presión que tenemos para enfrentar a una dictadura. Frente a otras alternativas como la Carta Interamericana de DDHH o el R2P. Seamos sinceros: ¿de qué sirven?
– Las sanciones son herramientas para enfrentar a una dictadura que viola DDHH; que roba dinero del pueblo como está demostrado; que tiene vínculos con grupos terroristas como está demostrado ampliamente. Lo más reciente es la presencia de las Farc y el financiamiento del ELN a través del oro y la explotación del Arco Minero y la destrucción del Amazonas que tienen vínculos con el narcotráfico. No estoy narrando una película de ciencia ficción… estoy hablando de condiciones objetivas en la cual los venezolanos hoy estamos. Por eso, la sanción viene a ser una estrategia internacional para eliminar el incentivo, el robo de dinero y la violación de DDHH, y que se haga responsable a los violadores de DDHH y corruptos.
– Claro está, que si lo ponemos como dice la pregunta con hacerle daño a Venezuela, nadie estaría de acuerdo con eso. Pero, yo no creo que las sanciones hagan daño a Venezuela. Creo que las sanciones son producto del daño hecho a Venezuela. La destrucción del aparato productivo; el desmantelamiento a Pdvsa; de la hipoteca brutal y salvaje al país; el robo descarado a los fondos públicos nacionales.
– Hablamos de herramientas para no solo proteger a los venezolanos sino enfrentar una dictadura de las características casi orwellianas que tiene hoy la dictadura de Maduro contra una población desarmada; un liderazgo político que va y viene, sin duda, pero articulado por lo menos en los últimos nueve años en ejercicio de la mayoría y de sus derechos civiles. Con las sanciones, llegó una herramienta que sí le duele a la dictadura, que sí le duele a los corruptos; y que ha rebotado en cosas tan específicas como que Álex Saab está preso. Por eso, no es tan sencillo decir si las sanciones son buenas o malas, porque es la herramienta que tenemos para presionar a regímenes de estas características. Lo que hay que buscar es mejorarlas como todo.
– A las sanciones, hay que estructurarlas y mejorarlas. Hacerlas más inteligentes para evitar que las evadan, porque por eso crearon la figura del testaferro del testaferro, para tratar de evitar una sanción que va dirigida a modificar conductas, una estrategia para lograr una solución política al conflicto y que incluye, junto a la presión internacional, la protesta interna y la unidad. Es para torcerle el brazo a la dictadura.
– Otra arista es si las sanciones son suficientes dado el apoyo de Rusia, China, Irán y Cuba, entre otros. ¿Usted cree que ellos estarían interesados en una negociación para que haya elecciones libres? ¿Qué ganan? ¿O es más lo que perderían si Maduro sale del poder?
– Esa es una muy buena pregunta. Ninguno de esos países tiene el mismo interés en Venezuela. Son diferentes los intereses de Rusia, China y de Cuba. Y creo que hay que darle un tratamiento diferente a los intereses de cada uno de esos países, para presionar una solución política al conflicto. Por ejemplo, China sabe que no va a recuperar su inversión en Venezuela con Maduro allí, por una simple razón: para recuperar el sector petrolero venezolano se necesitan 100 mil millones de dólares en cinco años, para recuperar el pico que tuvimos en su momento. China tiene muy claro que no va a poder recuperarlo.
– Rusia tiene una posición de propaganda, pero no es que Rusia está financiando a Maduro. Por el contrario, tienen que pagarle con oro a los rusos.
– El mismo Irán tuvo que justificar su relación con Maduro porque el régimen iraní no es amigo de regímenes comunistas. Tuvo que salir un mayor general iraní a explicar que Venezuela les pagaba con oro la gasolina, una transacción absolutamente comercial. Pero, Maduro necesita hacerse ver respaldado por cualquiera que aparezca.
– Otro tema es la unidad opositora. Usted recientemente anunció el lanzamiento de una nueva plataforma unitaria pero la división dentro de la oposición es real. ¿Cómo lograr la unidad? ¿Qué estaría usted dispuesto a ceder y qué es inamovible para usted? ¿No sería mejor dejar que cada grupo haga lo suyo bajo un acuerdo de no agresión?
– El único vehículo para enfrentar a la dictadura es la unión y no solo de partidos políticos. Hablando de lecciones aprendidas, no es suficiente con partidos políticos porque hay que incorporar a los sectores de la sociedad civil que también tienen su lucha en este momento reivindicativa salarial estudiantil, incluso de inclusión como el caso del movimiento LGTB.
– Por el contrario, debemos hacer una mayor y mejor unidad. Eso lo aprendimos desde 2018 con el lanzamiento del Frente Amplio, pero no ha sido suficiente. Estamos hablando de una mejor unidad: más eficiente, con una mejor decisión, donde se respeten las diferencias. El meollo del asunto no es el qué, porque todos queremos salir de Maduro, sino el cómo.
– Algunos hablan de negociación; algunos hablan de presión interna; otros de presión internacional. Pero lo que decimos es que hace falta presión interna, hace falta presión internacional, hace falta un potencial acuerdo que no es una negociación. Las negociaciones hemos visto que lamentablemente no han llegado a sus frutos.
– Ahora, Maduro dice que quiere una negociación para volver a morderse la cola como lo ha hecho desde la experiencia con El Vaticano; pasando por Dominicana, por Bruselas y por Oslo. Pero, ¿qué quisiera Venezuela? Un acuerdo, que no necesariamente tiene que ser con Maduro. En el año 1958 no fue con Pérez Jiménez. El acuerdo fue con un grupo de militares que accedieron a una junta cívica militar, que terminó con una elección libre. Vemos como se dio en ese entonces, el cese de la usurpación, transición a través de una junta cívico-militar y tuvieron elecciones libres.
– Lo que quiero decir con esto es que no podemos enfrascarnos en el mecanismo, porque a veces nos perdemos en opciones que son los vehículos para lograr una solución política que genere condiciones para una elección libre.
– Con respecto a la unidad, a mí no me preocupa hoy la unidad. Porque todos los grupos políticos tienen la absoluta conciencia de que la unidad es la única forma de enfrentar a la dictadura. Y a veces, es injusto el tema de las grietas porque por más peso específico que tenga un candidato presidencial o una dirigente de un partido, a mí me ratificó la unanimidad de todos los partidos incluyendo PJ, Vente Venezuela, AD, UNT, VP, Causa R, EC, Movimiento MPV, Copei. A mí me ratificó la unanimidad de todos los partidos y de todos los diputados a la junta directiva. Y es hasta injusto, pero es natural, porque a veces los ruidos son mucho más sonoros que la construcción dedicada de los acuerdos.
– Y digo a los venezolanos que tengan certeza de que como hicimos en el 2012, 2013, 2014, 2015 hasta 2020 vamos a tener unidad para enfrentar a la dictadura. Pero, la unidad tampoco es un fin en sí mismo. Vamos a tener unidad porque es necesaria para enfrentar a la dictadura y vamos a hacer todos los esfuerzos.
– Un cuarto elemento son las protestas. Todos los días ocurren protestas en Venezuela pero son aisladas. ¿Qué propone usted para elevar la presión interna a través de las protestas?
– El problema es visibilizarlas, porque más que aisladas son casi invisibles; porque no hay como comunicarlas y no en vano la dictadura bloquea medios, ND, cierra VPI Tv. La dictadura es tan sádica y tan macabra que cerró un canal que no sale por televisión, cerraron dos periódicos como Panorama y Tal Cual que desde hace años no tienen papel. A la dictadura le hace daño visibilizar la protesta de todos los sectores, incluyendo al PCV que desde hace nada era aliados de ellos. Hace una semana se estaban peleando por quién es más socialista, porque a la dictadura no le gusta verse débil, debe aparentar una falsa fortaleza.
– El 2020 fue el año en el que hubo más protestas de las últimas dos décadas, incluso en medio de una pandemia y aun así, a veces nos sentimos débiles como sociedad cuando no lo estamos. Estamos en un ambiente difícil, en medio de una dictadura, en pandemia, venezolanos lejos, familias separadas, sin la certeza de que vas a poder comer y en este caso hay que reforzar visibilizar todos los esfuerzos en protestas reivindicativas.
– Pero, eso sí, hay que llevarlo a un objetivo común porque si algo tienen claro las enfermeras, estudiantes, obreros, sindicalistas de Guayana que estuvieron hace días por cierto muy movilizados es que aquí la principal reivindicación, que lo decía hace días Rubén González que estuvo preso, es recuperar a Venezuela; es recuperar la democracia.
– Antes decían “con qué se come la democracia” y hoy tenemos claro que sin democracia no comemos. La unificación de las luchas es el objetivo central y por el cual queremos acompañar a los obreros, estudiantes, enfermeras, periodistas y todos los que hoy tengan a su bien participar en este proceso.
– ¿Qué sucedió con el Pliego de Conflictos?
– El pliego de conflictos es parte de esto. Yo creo que todos estos esfuerzos lo son. Lamentablemente, estamos en una situación muy compleja porque la humanidad está viendo que estamos en una sociedad cada vez más interdependientes. Estamos viendo la desigualdad en el mundo a través del acceso a la vacuna, y digo esto porque todas esas luchas permiten la articulación con los sectores y gracias a eso, hoy podemos tener la interlocución rápida y ágil con todos estos sectores que estoy convocando para poder accionar en conjunto.
– ¿Visualiza usted una nueva jornada de protestas en el país en medio de la pandemia?
– No tengo la menor duda de eso; tengo la certidumbre histórica porque lo hemos hecho una y otra vez en los últimos veinte años. No haré un recuento muy largo pero de 2007 a la fecha lo hemos hecho una y otra vez y en magnitudes increíbles. Por eso cuando decimos es que no está pasando nada en Venezuela no es tan así.
– No tengo ni la menor duda de la capacidad de movilización del venezolano, pero sí hay cosas que vencer en el corto plazo, como el miedo, el tema de la comunicación y el elemento central: que la protesta sirva. Porque cuando el venezolano sienta que las acciones convocadas sirven para lograr el fin del régimen, tenga por seguro que vamos a tener millones de protestas.
– ¿Cuántos millones de personas tendríamos en la calle si decimos que esta es “la protesta”? ¡Millones! La clave es que la protesta sirva, lo que se traduce en un intangible poderosísimo. Por supuesto que no estamos esperando el aleteo de una mariposa, pero por eso estamos buscando que la protesta sirva.
Sobre la estrategia de cara a regionales. Dirigentes opositores han propuesto participar en las regionales. ¿Se mantiene la estrategia de no participar en elecciones mientras no haya elecciones libres?
– El objetivo sigue siendo elecciones presidenciales y parlamentarias libres sin desmedro de las regionales y municipales. Pero, el reto es que, pragmáticamente hablando, hoy ningún dirigente que quiera participar puede hacerlo por la sencilla razón de que están inhabilitados o están ilegalizados los partidos. Hoy los partidos están en manos de los alacranes. La tarjeta de AD la tiene una persona que lamentablemente se dejó sobornar por la dictadura; está sancionado por EEUU y por Europa por recibir sobornos para arrebatar una tarjeta que le corresponde es a los adecos.
– Pero, también pasa con VP y con los otros partidos. Así que el reto es condiciones para una salida a la crisis que atraviesa Venezuela y trata de dar respuesta no al dilema de si ir o no, sino que la lucha es por condiciones para elecciones libres.
– ¿Aceptaría usted ir a elecciones libres pero nada más de gobernadores y alcaldes?
– No serían elecciones libres porque no hay un CNE independiente ni transparente que es la condición primaria. Este CNE independiente es quien debería convocar y resarcir la elección presidencial y parlamentaria pendientes. Entonces, elecciones libres son elecciones libres, no es la elección que le convenga a la dictadura; no es elegir la reina de carnaval de cualquier feria, que es la que le convendría a la dictadura porque en esa no arriesga su poder.
– Al final del día, la solución al conflicto es de origen político y es la usurpación de Maduro y es la pretensión de usurpación que nadie le compró el 20 de mayo de 2018, ni el 6 de diciembre. Así que condiciones electorales deben ver con: árbitro, cronograma electoral, legalización de partidos y devolución a sus legítimos dirigentes, cese de la persecución. O sea, la dictadura no puede elegir a nuestros candidatos a través de la cárcel, la persecución, el exilio. Y, por supuesto, una elección libre requiere la observación internacional.
– Ha habido un aumento de las amenazas contra usted. Eso indicaría que no tienen intención de negociar elecciones libres. ¿Qué opina usted?
– Yo creo que la dictadura como siempre se hace ver fuerte. Los expertos en negociación hablan de cuál es la alternativa a un acuerdo y cómo lo construyes. En términos coloquiales, si vas a comprar un carro y el vendedor del carro sabe que esa es tu única opción, esa negociación es muy mala para ti porque te va a sacar lo máximo. En cambio, si tienes cinco opciones de carros para comprar, eso sí es la posibilidad de un acuerdo real.
– La dictadura debe entender algo: el que tiene el problema es Maduro. Revisen la historia reciente de la humanidad, cómo terminaron los últimos personajes señalados por la CPI, o señalados por delitos de terrorismo y narcotráfico señalados por EEUU. El tema de la presión a cada uno de los regímenes. Por el contrario, debemos ofrecer garantías para un proceso de elecciones libres. Hicimos un primer acercamiento a esto a través del Marco para la Transición y el Gobierno de Emergencia Nacional que lo respaldó de manera inmediata el gobierno de EEUU y la Administración Trump, que era el levantamiento del esquema de sanciones de cara a una transición y elecciones libres.
– La dictadura tiene que entender que su mejor opción no es seguir resistiendo de manera irresponsable, ilegítima y antipatriótica en Miraflores. La mejor opción es retomar el proceso de respeto a la dignidad humana, a la política y a los marcos mínimos internacionales.
– A la dictadura no le ha ido bien, pero a quien le ha ido peor es a Venezuela. A Maduro no lo reconoce nadie. Maduro no puede recibir un préstamo de nadie; no se toma una foto con nadie desde hace dos años. Maduro está tan desesperado que llega un encargado de negocios de cualquier país, y va y se toma una foto para hacerse ver con reconocimiento. Vemos el caso de Álex Saab que se sentía todopoderoso y allí está, preso, y va a terminar más preso aun. Así que para todos esos del régimen deben saber que su mejor opción es lograr una solución política porque la alternativa para ellos no es buena.