España acordó extraditar a un ex empleado de una casa de bolsa, en contra de la recomendación de Acnur
El Gobierno de España aprobó extraditar a un venezolano que fue reclamado por la Administración de Maduro. Sin tomar en cuenta que Ernesto Luis Quintero Méndez había solicitado asilo a España, Interpol anuló su código rojo en marzo de 2020 y a que Acnur recomendó no extraditarlo.
Según El Mundo, Quintero de 41 años y procedente de Cabudare, estado Lara, es un antiguo empleado de una Casa de Bolsa y que «ha sido perseguido desde 2018 por Maduro».
España decidió aceptar su extradición el pasado 12 de enero, cuando el Consejo de Ministros acordó «materializar la entrega extradicional a las autoridades judiciales de Venezuela». Saltándose las recomendaciones de ACNUR, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, que remitió una misiva al Ejecutivo español pidiendo que Quintero no fuera extraditado.
Su esposa declaró al diario europeo que sus abogados no tienen ninguna opción. «Los abogados nos han dicho que ahora mismo no hay ninguna esperanza, que lo van a deportar a Venezuela en el primer avión. Mi esposo es inocente, tenemos todas las pruebas, reclamamos una revisión urgente de su caso», aseguró Cismary Marcano.
El Mundo sugiere que la decisión es cuestionable cuando España no ha logrado extraditar a «El Pollo» Carvajal. «Lo que más extraña del caso de Quintero es que se trata de un empleado sin ninguna proyección pública cuando en España hasta ahora se han frenado las extradiciones de pesos pesados del chavismo, como Hugo «El Pollo» Carvajal,director de la Inteligencia y Contrainteligencia del chavismo con Hugo Chávez y Nicolás Maduro, y la famosa enfermera del «comandante supremo», Claudia Díaz Guillén, involucrada en tramas corruptas y millonarias».
Quintero ejercía como administrativo en ABA Mercado de Capitales, una de las casas de bolsa intervenidas por Chávez en 2010. En aquel momento sus dueños huyeron del país y fueron acusados por estafar más de 50 millones de dólares. Pero Quintero, durante 3 años, trabajó con los interventores del Estado para esclarecer el caso y fue reconocido por ello. En 2013 continuó su trabajo en otra empresa pero en 2015 se reabrió el caso, en el que pronto se le señaló como cabeza de turco. Sus abogados le aconsejaron que abandonara el país ante las acusaciones del MP.
En febrero de 2019, Quintero fue identificado en un control de la Policía Municipal de España, que descubrió que tenía una notificación roja de Interpol. El venezolano tardó un año en demostrarle a Interpol su inocencia hasta que en marzo del año pasado se le notificó su desincorporación del código rojo.
Su mujer y su hija se quedarán en España bajo la condición de asiladas.