El Partido Comunista de Venezuela, víctima de su propia medicina

Opinión | febrero 17, 2021 | 6:26 am.

El PCV es el partido más longevo de nuestra historia política. Fue fundado en 1931 y cumple 90 años el próximo 5 de marzo. Durante décadas por sus filas militaron algunos ilustres venezolanos quienes lucharon por un país desprovisto de autoritarismos, dictaduras y por la superación de la desigualdad social. Incluso por ese ideario entregaron sus vidas, a pesar del fardo ideológico de la URSS que condenó a millones de seres humanos a nivel planetario, a vivir en sociedades miserables, de pensamiento único y de degradación humana.

Ese trágico legado lo condenó al rincón de la historia. La sociedad venezolana lo desechó como alternativa política en el siglo XX. Y pasó camuflado en las tiendas de campaña del chavismo el siglo XXI, y así poder trasegar sus postulados teóricos ya defenestrados a nivel global, con la caída del Muro de Berlín en 1989, el derrumbe de la URSS y la farsa del Socialismo Real – puesta al descubierto por la Glasnost y Perestroika de Mijaíl Gorbachov.

En realidad, el PCV fue un alumno disciplinado del régimen soviético al avalar en el siglo XX sus tropelías de lesa humanidad; los procesos de Moscú donde se exterminó mediante juicios sumarios a la dirigencia opositora del partido bolchevique en 1936-1938, las intervenciones armadas en Hungría (1956); en Checoeslovaquia en 1968; en Polonia en 1980; los sistemas Gulags 1940-1961. Todas, y otras, justificadas en defensa de la “revolución socialista mundial” por el Komintern, suerte de internacional de partidos comunistas quienes se solidarizaban de manera automática y genuflexa con las acciones del hermano mayor soviético.

En el caso venezolano, Teodoro Petkoff y Pompeyo Márquez entre otros, les tocó morder el polvo de la expulsión del PCV, condenados por revisionistas en 1970, al solidarizarse con la Primavera de Praga. Al menos no sufrieron el fatal desenlace de ser masacrados como fue el destino en los procesos citados, pero si el anatema estalinista al descalificarlos ante el mundo comunista de la época.

Pues bien, con el chavomadurismo les corresponde sufrir las condenas del delito de libre opinión, como indicara recientemente un periodista. “La revolución, como Saturno, devora a sus propios hijos”, dijo Maximiliano Robespierre, revolucionario francés del siglo XVII conocido como “El incorruptible”.

Esta imagen, que fue inmortalizada por el pintor Francisco de Goya, sirvió para que intelectuales e ideólogos señalaran el destino de los adeptos a la revolución: terminar siendo aniquilados por el poder que apoyaban. La “revolución bolivariana”, como gran fenómeno venezolano catalizador de cambios en el país, no escapa de dicha aseveración.

Maduro, en diversas alocuciones en 2021, ha arremetido en contra de lo que califica como la “izquierda trasnochada”, a la que acusa de intentar dividir al chavismo. Y como respuesta de los comunistas del PCV ha tenido la siguiente: “la actitud de Maduro “es una incitación al odio, es un acto de abierta violación a los derechos constitucionales, que debe ser rechazado por todas las fuerzas auténticamente democráticas, progresistas, patrióticas, antiimperialistas, populares y revolucionarias a nivel nacional e internacional, porque ese camino puede conducir al fascismo“.

Incluso en otra declaración de los militantes del gallo rojo, estos denuncian “una campaña de «criminalización» por parte de Nicolás Maduro, y temen además que se produzcan agresiones o la «liquidación física» de organizaciones y activistas comunistas. «se propone la criminalización política, que puede convertirse en agresión personal y hasta liquidación física de organizaciones y cuadros comunistas, del movimiento popular revolucionario, de la izquierda cons …”.

Finalmente, los integrantes de la tolda pecevista llegaron en 2021 a estas conclusiones, después de compartir con el régimen su política equivocada por más de dos décadas, cuyos efectos han sido denunciados y sufridos por millones de venezolanos desde inicios y durante el siglo XXI. Lo que en resumen no resta valor a que numerosos sectores en desbandada provenientes del chavismo, se pronuncien y denuncien la estafa política, económica y social más prominente que haya conocido el hemisferio occidental.

Movimiento Laborista