Días sin comer, caminando bajo temperaturas extremas y Chile nos engañó, contó a BBC uno de los venezolanos deportados
Ricardo Melendez, contó a la BBC cómo decidió irse a Chile para poder ver a su hermano y a su sobrina que acaba de nacer: sin dinero, sin comida, bajo temperaturas extremas, entre colas y caminatas pudo llegar a Colchane, pero allí fue engañado por miembros de la PDI, Policía de Investigación de Chile.
Colchane queda en la frontera de Bolivia con Chile, allí estaba Ricardo de 19 años junto a otros miles de migrantes, pero fue enviado de vuelta a Venezuela tras haber sido deportado. «Me sentí como un delincuente (…) Me arrancaron el corazón».
Según su relato trabajo un año en Colombia hasta pensar en irse a Chile caminando como lo han hecho cientos de venezolanos. Salió el 8 de enero con un amigo y dijo que a veces le daban un «aventoncito, se montaba en un camión o su hermano le enviaba para el pasaje».
Tras viajar durante 22 días, el 30 de enero llegó a Colchane, indicó que allí habían al menos 300 venezolanos. «Estaba solo y decidí cruzar irregularmente como todos lo hacían. Fueron tres horas caminando por el desierto hasta una parada de bus. Ahí pasé la noche, pero no pude dormir porque el frío era insoportable, aunque llevaba puestas dos franelas (camisetas), dos chaquetas, un pantalón y dos monos (pantalones deportivos)».
«Yo caminé otras 7 horas por ese desierto, desde las 5 hasta las 12, sin agua, sin comida, sin nada. Encontré un racimo de uvas y eso es lo que tenía para comer. Estaba cansado, no había dormido nada y durante el día el sol era insoportable. No encontré ni una sombra para descansar. En el camino me encontré con una gandola que venía de regreso. Paró y me ofreció un refresco. Me preguntó dónde iba. Le dije a Huara, el próximo pueblo. Me dijo que no había forma de que yo llegará, que aún me faltaban tres horas en carro y caminando como casi dos días. Si seguía caminando en ese desierto a lo mejor no podría sobrevivir. Me subí a la gandola y me llevó de regreso a Colchane».
De nuevo en el pueblo fronterizo, otros venezolanos le dijeron que si se «autodenunciaba» los carabineros lo ayudaban llevándolo a un refugio. Él se atrevió porque aseguraban que es la manera legal para los migrantes que están entrando de forma irregular al país. «Me autodenuncié, entregue mis documentos y firmé un libro donde quedaba registrado».
Allí pasó 5 días sin comer, durmiendo en el piso esperando su turno para ir al refugio. Vio morir una persona de la tercera edad y una señora de hipotermia: estaban en una plaza. «Estaba triste y preocupado por pensar que lo mismo me podía pasar a mí si seguía allí.
Al rato lo llamaron, le revisaron las maletas al pasar por aduana y los llevaron a Iquique a un refugio sanitario. «Después de 2 días en ese refugio, inició la primera prueba de PCR para el covid. Yo di negativo y ese mismo día me llevaron a mí y a otro grupo a otro refugio. Ahí llegó la Policía de Investigación de Chile (PDI) y nos dijeron que iban a crear un registro de los venezolanos para darnos el pasaporte sanitario y un carné de movilidad para que no tengamos problemas con migración. Entonces pensamos que allí estaba la ayuda. Íbamos a hacer todo legal como ellos decían para no tener problemas».
«Todos estábamos contentos, madres, hijos, abuelos dando todos los requisitos, todos los datos que ellos te pedían. Dijeron que en 2 días volvían con el pasaporte sanitario y con el certificado móvil. No vinieron, pero aparecieron al tercer día a las 2:00 a.m., nos pareció un poco raro».
«Nos llamaron a todos, nos sentaron y nos pidieron los documentos. Nosotros los entregamos voluntariamente porque pensábamos que era para el certificado. Cuando me llamaron a mí, apenas me dejaron leer y decía: acta de expulsión. En medio de la oscuridad, no te dejaban ver la hoja, no te dejaban nada. A algunas personas les decían: aquí tienes que poner que «no» o que «sí». Eso fue un engaño», condenó.
Ricardo señaló que el papel decía que «estabas de acuerdo y que no ibas a apelar» y que a quienes no firmaban los esposaban. «Todos firmamos. Ellos nos dijeron que los documentos estaban retenidos hasta el día siguiente. Entonces todo estábamos preocupados, preguntándonos qué sucedería. Cuando todos terminaron, uno de los agentes de la PDI nos dijo con sarcasmo: ‘Felicidades, ya pueden regresar a su país’ y empezaron a aplaudir».
Como un delincuente
«Nos llevaron a la Fuerza Aérea de Chile y nos dieron un traje blanco (un equipo de protección personal). Agarramos nuestras cosas y cuando salimos estaba la prensa. Prácticamente, yo me sentí como un delincuente, como si hubiera hecho algo malo», lamentó.
«La verdad es que yo intenté hacer las cosas bien. Me autodenuncié que era la forma legal para regularizar el ingreso al país.
Pero nos subieron a todos en el avión. Los sueños de todos se habían acabado. Cuando el avión despegó, yo sentí como que me arrancaban el corazón. Los sueños no los cumplí, no pude ver a mi hermano».
Ricardo llegó este miércoles, 10 de febrero a Maiquetía, lo recibieron su tía y su hermana. «Ahora ya estoy más calmado, tengo que salir adelante y buscar la forma de movilizar los papeles para la visa y ver si me pueden dejar entrar a Chile».
«El año pasado había pedido la cita en el consulado para la visa pero por el problema de la pandemia, las citas se habían postergado.
Si no encuentro otra forma, probablemente vuelva a hacerlo caminando».
El ministro del Interior de Chile, Rodrigo Delgado explicó este miércoles que 138 venezolanos fueron deportados a Venezuela por incumplir leyes migratorias chilenas.
«Estamos en presencia del primer vuelo que sale desde el norte (de Chile) y da cuenta de un proceso de expulsión, en su mayoría personas que ingresaron de forma clandestina hace menos de tres meses. Tenemos que ordenar el flujo migratorio en nuestras fronteras. Y las personas que quieren venir a Chile lo tienen que hacer por las vías correspondientes, es decir sacando la visa».
El proceso para solicitar la visa que necesitan los venezolanos para ingresar a Chile tiene meses paralizado. A inicios de noviembre de 2020, Guarequena Gutiérrez, exembajadora de Venezuela/AN en ese país, pidió a la Cancillería de Chile una explicación por la suspensión del tramite de visas a los venezolanos, información que llegó a través de un correo masivo. Algunos venezolanos tenían esperando más de año y medio.
Gutiérrez pidió a las autoridades chilenas ser claras y destacó que hay miles de venezolanos que esperan por esta opción para unirse a sus padres en Chile.