Clases presenciales deben ser voluntarias y hasta un máximo de 50% del salón: Fausto Romeo
El presidente de la Asociación Nacional de Instituciones Educativas Privadas, Fausto Romeo, explicó este miércoles en que consiste la propuesta que presentaron al ministro de Educación, Aristóbulo Isturiz, en el mes de noviembre. Destacó que el regreso a las aulas en medio de la pandemia debe ser voluntario, y que los alumnos deberán rotarse para que solo asista el 50% de cada salón.
En entrevista concedida a Primera Página de Globovisión, Romeo detalló que lo primero es descentralizar el regreso a clases. «No todos deben arrancar el mismo día, no puede ser igual en Caracas que en San Cristóbal o Nueva Esparta porque en cada estado la cifra de contagios y las realidades son distintas».
«Hay que revisar todos los planteles: si hay agua que es lo principal para la bioseguridad, que exista luz y ventilación natural y no artificial. Además, el regreso a clases debe ser voluntario, nunca obligatorio y se debe mantener en su casa al personal mayor de 65 años que padezca alguna enfermedad, o estudiantes que sean vulnerables al contagio», sugirió.
A su juicio, es importante que se revise el salario de los profesores del sector público: no pueden seguir trabajando con 3 o 10 dólares mensuales, cuando en privado pagamos de 30 a 250 dólares al mes.
Pese a todas estas condiciones, Romeo enfatizó que es necesario y urgente el regreso a clases, porque la educación no puede seguir a distancia cuando en carnaval miles de personas asistieron a playas y balnearios de todo el país.
«No podemos aplicar esto del 7*7 porque la educación es algo de todos los días. Estamos saliendo del carnaval y vimos infinidad de videos de un conglomerado de personas. Las instituciones educativas podemos controlar el covid-19 a través del mantenimiento de las medidas de bioseguridad», afirmó.
«No podemos tener 100% de los estudiantes sino el 50% de los estudiantes de cada salón, pueden estar presentes 15 estudiantes, usar todos los espacios, las canchas que sabemos que no serán usadas para hacer educación física pero sí pueden ser usadas para dar clases. Solo se podrán dar materias básicas y debe usarse el tapaboca de forma obligatoria». sentenció. «Todo esto debe empezar ya porque no podemos esperar que haya una vacuna, no podemos perder otro años escolar porque hay 8 millones de estudiantes que quieren volver a las aulas».
Precisó que en el año escolar 2019-2020, «quedaron en el limbo» 400 mil estudiantes. «Soy defensor de la educación en todos los niveles, pero sabemos que eso de poner actividades en las puertas de los colegios, tráeme el cuaderno y yo te pongo la tarea, mandar guías por WhatsApp, no es la forma de educar (…) si seguimos dándole largas al asunto y poniendo barreras no vamos a poder avanzar y lo que triunfará será el hampa».
Nicolás Maduro confirmó este viernes que las clases presenciales parciales comenzarán en marzo. «En marzo vamos a arrancar las clases parciales y presenciales con medidas de bioseguridad en los diferentes niveles educativos del país», explicó. «Hemos controlando la pandemia y con medidas de bioseguridad y la llegada de las vacunas, vamos paso a paso».
Tras haberse decretado la cuarentena por la llegada del coronavirus, miles de estudiantes llevan casi un año sin recibir clases. El 16 de marzo fue el último día que los alumnos vieron clases en las aulas, y han tenido que usar las herramientas que tienen desde casa para poder cumplir con las actividades.
«El sistema educativo en este momento en Venezuela está funcionando, pero muy mal (…) si ya venía con fallas porque había problemas con la infraestructura, había problemas con la deserción de docentes que habían abandonado las aulas», la situación «se agravó» con la pandemia, comentó a EFE el presidente de la FVM, Orlando Alzuru.
Explicó que la Federación realizó en octubre una encuesta, a través de sus 27 sindicatos en todo el país, para medir el alcance de la educación en línea, tomando en cuenta las condiciones económicas de los padres y docentes y la capacitación tecnológica: El 95 % (de los padres) consultados respondió que…bueno, que no tenía las condiciones económicas como para comprar un aparato de última generación, o sea para darle educación ‘online’ a sus hijos.