BBC: La joven venezolana de 16 años que se convirtió en maestra de su barrio en Maracay
Valeria Torres es una joven venezolana de 16 años que, debido a la pandemia, decidió ayudar a su comunidad en La Pedrera, Maracay, con las clases teledirigidas mientras ella también busca tiempo para no descuidar sus deberes escolares.
Según lo publicado por BBC Mundo, Torres inició en esta labor cuando acudió a su casa un primo menor que ella para que le ayudara en sus tareas, poco a poco se fueron sumando los vecinos de la comunidad.
«Mis primos no entendían (sus tareas) y necesitaban ayuda. Como estaba a mi alcance ayudarlos, yo los ayudaba, y luego fueron llegando más niños que no eran mi familia», contó Torres a la BBC quien narró que en un momento llegó a tener a 10 alumnos en su casa, pero no podía atenderlos a todos, por lo que decidió cambiar la modalidad de atención. Ahora a tiene a cada niño por separado.
«Eran tantos y tantas cosas por hacer, además mis tareas, que sentía que ya no podía. Pero tenía que hacerlo», cuenta la joven maestra.
«A todos juntos no los puedo atender, así que primero le pregunto a cada uno la fecha de entrega de sus tareas, y los que tengan que entregar más rápido los atiendo primero. Trato de ayudar un niño por día, para ahorrar tiempo también para mí y hacer mis actividades».
La joven apoya a sus alumnos de entre 4 y 16 años que, como ella, tienen casi un año sin ir a la escuela y sufren la deficiente educación a distancia hasta que logren reincorporarse a las clases presenciales que, según lo anunciado por Maduro, regresarían el próximo mes.
«No tengo mucho tiempo libre», reconoce Torres por su parte; pues su jornada la divide entre sus propias responsabilidades y el compromiso adquirido con sus estudiantes. «Pero cuando lo tengo, lo tomo para ver a mis amigos o dormir».
Valeria se ayuda con un teléfono celular el cual recarga con un dólar cada dos días y que trata de rendir al máximo para investigar temas relacionados con sus tareas y las de sus estudiantes.
«No me alcanza para investigar todo lo mío ni lo de las personas que ayudo, es muy difícil», afirmó Torres quien comentó que apaga los datos de su celular para ahorrar lo máximo que pueda el consumo.
«Los padres de los compañeritos, a pesar de la pandemia y el alto costo de la vida, a veces la ayudan con lo que pueden y le dan dinero que le sirve para su internet», explica Laura Guzmán, madre de Valeria, una peluquera a domicilio que no cuenta con salario fijo.
Valeria aclara que no comenzó a dar clases esperando algún tipo de remuneración, aunque reconoce que ese dinero a veces lo usa para ayudar en casa.
«A veces quiero comer algo y no hay o no alcanza para todos, porque somos muchos. No puedo ser egoísta y le digo a mi mamá que lo agarre para comprar», comentó la joven estudiante quien vive con su mamá, su hermano y cinco personas más.