Vacúnate contra el madurismo
Mientras la pandemia avanza son cada vez más los gobiernos en todo el planeta que buscan garantizar que sus poblaciones sean inmunizadas a través de las vacunas que han sido aprobadas por la comunidad científica mundial para combatir el Covid-19. En la propia Latinoamérica ya son siete las naciones que han iniciado campañas de inmunización de sus poblaciones. Pero no en todas partes la prioridad pareciera ser salvar vidas, hay países como Venezuela donde la élite en el poder nunca le ha interesado la integridad de sus ciudadanos y lejos de buscar soluciones para enfrentar una situación excepcional de la cual no escaparemos y que amenaza con agravarse, hace lo que siempre ha hecho: mentir y burlarse de los venezolanos.
La reciente presentación de las llamadas “gotitas milagrosas de José Gregorio Hernández”, anunciadas en cadena voluntaria de radio y televisión como la “cura definitiva” contra el virus chino, no es más que un nuevo episodio de esta tragicómica historia llamada madurismo. Lamentablemente, lejos de dar risa, causa mucha preocupación que se trate de jugar con la fe y la desesperación de quienes tienen a alguien cercano padeciendo las consecuencias de este letal virus. La propia iglesia católica ha rechazado el uso del nombre José Gregorio Hernández para estos fines. Pienso que en su lugar hubiesen podido llamar sus “gotitas milagrosas” Hugo Chávez Frías, el nombre les hubiese quedado perfecto.
No es la primera vez que el usurpador de Miraflores dice un disparate en televisión a propósito de la pandemia. Hace apenas unos meses había presentado, junto al autoproclamado murciélago de Carabobo, Rafael Lacava, la llamada “molécula DR1”, que también se había anunciado como la “cura” contra el coronavirus. Esa misma noche dijo que comenzaría a producir y exportarla a todo el mundo. Hoy nada se sabe en qué quedó ese anuncio, lo que sí sabe es que el número de contagios en Venezuela no han parado de aumentar y que miles de venezolanos se ven obligados a adquirir tratamientos a precios exorbitantes en divisas extranjeras para salvar a los suyos.
Hasta ahora, el impacto del Covid-19 en un país como Venezuela donde la infraestructura hospitalaria ha sido desmantelada, se ha visto mitigado por la desconexión aérea, la ínfima cantidad de venezolanos que puede costearse un viaje al exterior y la escasez de gasolina que impide los desplazamientos internos, pero eso no quiere decir que la transmisión comunitaria no amenace a gran parte de la población, que por cierto, no tiene acceso a test y que teme declarar síntomas por miedo a represalias. Urge entonces actuar, porque cada día que se pierde puede costar miles de vidas, mientras llega una solución real, no queda más que vacunarse contra la mentira y la manipulación, vacunarse contra el madurismo. Eso también salva vidas.
@BrianFincheltub