La historia vuelve a repetirse
Cuando escuchamos las palabras del psiquiatra Jorge Rodríguez como presidente de la Asamblea Nacional recordamos que el oficialismo lleva más de dos décadas hablándonos de construir un país de primera línea que buscaría un gran acuerdo político, que logre la manoseada reconciliación entre los venezolanos.
Curiosamente, son los mismos que han causado este colosal desastre nacional. La responsabilidad en el quiebre absoluto de nuestras oportunidades recae en lo que representa la apabullante bandería mayoritaria de ese espacio legislativo, en cuchillas frente al omnímodo virreinato de Nicolás Maduro. Regresa la incondicionalidad de unos autómatas sin ningún tipo de escrúpulos para comportarse como tribunos de un circo de mudos. Volver a oír las viejas consejas que recomiendan las reglas diplomáticas del inicio no sorprende. El discurso se asemeja al clásico encantador de serpientes hindú. Con el sonido de una flauta muestra al venenoso áspid surgir del fondo de una canasta, finalmente tejida con lienzos recogidos de las orillas del Tánger, para distraernos con la virtuosidad de una práctica de siglos.
Eso mismo han hecho todo este tiempo. Hablan de diálogo con el cuchillo en el pescuezo de sus convenientes oponentes. Esa obra bufa siempre les garantizó logran su cometido.
En las próximas sesiones vendrán las exaltaciones al heroísmo militante. Desde esas tribunas las palabras llenaran los espacios de la estulticia. Una salpicadura de consignas estériles que harán del recinto un verdadero fraude. Desde allí se afilaran los cuchillos para la venganza. El odio que llevan en sus entrañas se le sale por los poros.
Creer que este escenario ofrecerá respuestas favorables a la mayoría del país es pecar de ingenuos. Quienes en el 2015 recibieron una verdadera felpa electoral, retornan para cobrar lo acontecido.
Quien preside el cuerpo es la cabeza pensante del proceso. El caroreño Jorge Rodríguez sabe utilizar su indiscutible talento para manipular situaciones. Se cuenta como jugaba con los circunspectos opositores en los diálogos de Santo Domingo y Noruega. Luego se burlaba de ellos en sus conversaciones con amigos. No será fácil de roer este hombre que viene labrándose el camino para controlarlo todo. Su gran objetivo es Diosdado Cabello. Ir quitándole poder hasta dejarlo en la intemperie. Quien ejerce el gobierno terminará entregándose a quien toca la flauta. Estamos en presencia de mayores tormentos para Venezuela, esto es la realidad, aquellos que sueñen con la ficción pueden comprar palcos para esperar la rectificación de estos pérfidos. Se aproximan mayores dolores en una nación que ya no soporta tanto golpe contra su vida.
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