Industria láctea pide suspender las importaciones: “Es competencia desleal”
Lo primero que tiene que hacer el Ejecutivo de Nicolás Maduro para ayudar a la producción láctea nacional es suspender todas las importaciones, pues suponen una competencia desleal contra quienes llevan adelante la industria venezolana.
Así lo sugiere el presidente de la Cámara venezolana de la Industria Láctea (Cavilac), Roger Figueroa, quien entrevistado en Unión Radio sostuvo: “Lo primero que tiene que hacer el Ejecutivo nacional es suspender las importaciones de lácteos, todas, para empezar a limpiar la mesa. Una prohibición de cualquier importación hace que la mirada se voltee a la producción nacional y eso, elementalmente, debería reanimar”.
“También necesitamos financiar la producción industrial en Venezuela. La industria necesita dinero para ello. Necesitamos una banca que nos ayude a eso. A pesar de que se empiezan a abrir brechas de financiamiento en divisas, es muy complicado”, añadió.
Asegura que si se cumplieran esas dos exigencias, habría un respiro “de inmediato” en el golpeado sector, aunque insuficiente, porque el problema, dice Figueroa, es estructural.
“Necesitamos combustible, electricidad, financiamiento, seguridad en general. Esas cosas tienen que mejorar en muchos aspectos para que la economía siga adelante”, expuso.
Para Figueroa, “es difícil remontar la cuesta cuando los factores que podían ayudar desaparecen o se ponen más agudos”.
“El dólar ha vuelto a escalar, a tomar su ruta al alza y los bolívares siguen siendo lo mismo. La moneda está pulverizada y el efecto directo es que la gente pueda comprar menos productos”, criticó.
Y apunta que “en el sector lácteo la demanda caída y la producción mucho más, pero hay importaciones de productos lácteos indiscriminadamente y eso compite muy desleal con la producción nacional. No se consigue combustible, se agudizó el tema del gasoil que hace complicado seguir produciendo. Estamos padeciendo la peor crisis de todos los tiempos por la falta de gasoil”, alerta.
Finaliza Figueroa con que los productores son quienes padecen la peor parte de la crisis, pues “para ellos es complicado llegar a la calidad” que acostumbran.
“Tienen un montón de gastos para mantener la finca y no puede colocar sus productos. Nos cuesta mucho pagar esa leche. Venimos haciéndolo pero con mayor dificultad”, señaló.