Biden propone un nuevo trato para poner fin a la pandemia
El presidente electo Joe Biden anunció su Plan de Rescate Estadounidense (New Deal) para cambiar el curso de la pandemia de Covid-19 que tendrá un aporte de 1,9 billones de dólares, para combatir lo que él llamó “lamentable fracaso” refiriéndose, obviamente, a las políticas de Trump respecto a la salud de los estadounidenses y la aplicación de las vacunas. Con este nuevo trato político Biden piensa reabrir las escuelas en Marzo y lograr mejorar y aumentar la vigilancia para rastrear la pandemia, sus movimientos y mutaciones.
Biden dijo: “Mientras más personas vacunemos y más rápido lo hagamos, antes podremos dejar esta pandemia atrás”. Casi simultáneamente, anunció a los miembros claves del equipo científico de su administración, los cuales serán fundamentales para el plan. Para enfrentar económicamente los problemas de los ciudadanos creados a causa del Covid-19. Biden ofrecerá 1.400 dólares a cada familia para que estas tengan asistencia en alimentación y alquiler y también entregará beneficios por desempleo y atención médica ampliada. Al respecto hay que recordar que la medicina en EE.UU es la más cara del mundo.
El presidente electo también ha incluido en su Plan 400 mil millones de dólares que pedirá al Congreso. De esto, 160 mil millones se destinarían para crear un “programa nacional de vacunación”. Además, de aquí saldrían los recursos necesarios para ampliar las pruebas de diagnóstico para el Covid-19; también se contratarían 100 mil nuevos trabajadores comunitarios de salud con lo cual se triplicaría la cantidad que existe en la actualidad para hacer el trabajo. Estos trabajadores finalmente se transformarían en elementos permanentes de la infraestructura de salud pública en la nación.
”David Oshinsky, autor de Polio: An American Story e historiador médico en la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York dijo: “En términos de participación federal directa en la vida de los estadounidenses comunes, no ha habido nada como esto desde el ex presidente Franklin Delano Roosevelt y los primeros 100 días del New Deal”.
Según los periodistas de la revista Science Jon Cohen y Meredith Wadman, el epidemiólogo de la Universidad de Minnesota Michael Osterholm, quien forma parte del consejo asesor de Covid-19 del equipo de transición de Biden, dice que está «sorprendentemente sorprendido» de que se hayan tenido en cuenta las recomendaciones que él y los otros 15 expertos ofrecieron. “Es el mejor esfuerzo que he visto en cualquier administración, incluso desde el esfuerzo de bioterrorismo en 2001/2002”. “Lo que propusimos, compartimos y nos preocupa es aparecer en los planes”. Según Osterholm los nuevos trabajadores de salud pública no serán «asignados a una sola cosa, porque alguien tenía un proyecto favorito. Este plan dice que le daremos todos los recursos que necesite».
Osterholm dice que la Operación Warp Speed de la administración Trump merece un «tremendo crédito» por invertir $ 11 mil millones de traslado y adquisición de vacunas, agregando que sus funcionarios, lamentablemente fueron incapaces de organizar ni financiar adecuadamente la etapa final: la llegada de la vacuna a los brazos de los ciudadanos. “Construyeron este puente que fue increíble para 1280 yardas, pero olvidaron las últimas 25 yardas”. «Eso no funciona muy bien».
Los “centros comunitarios de vacunación” como los ha llamado Biden, serían los gimnasios y estadios deportivos. Y, los nuevos trabajadores de la salud, que incluirían miembros de la Guardia Nacional, que ayudarán a los abrumados departamentos de salud estatal y local a proporcionar vacunas a millones de seres. “También realizarán pruebas de diagnóstico y rastreo de contactos más agresivos para ayudar a identificar mejor las respuestas”. Biden también ayudaría a la industria privada usando la Ley de Producción de Defensa para producir el material «necesario para suministrar y administrar la vacuna».
El dinero previsto aumentará «drásticamente la vigilancia, la secuenciación y el análisis del coronavirus, que está evolucionando rápidamente con formas mutantes que son en al menos un caso mucho más transmisibles.” Debemos considerar que Estado Unidos tiene más de 400 mil personas fallecidas por el coronavirus. El país puede ponerse al día con los esfuerzos de vigilancia más agresivos de países como el Reino Unido, Marruecos, China, Chile y otros. El plan Biden exige invertir más dinero en el desarrollo, fabricación y compra de nuevos medicamentos para combatir el Covid-19.
Bruce Gellin, presidente de inmunización global del Instituto de Vacunas Sabin, dice: “Parece que la salud pública y la ciencia han vuelto, ¡y son relevantes una vez más!» y pide «realismo» sobre el cronograma para implementar la ambiciosa respuesta. «No es como si estuvieras llamando a tus vecinos para que construyan un granero en la aldea». Obviamente, Gellin no deja de tener tazón, en especial cuando se está hablando de un programa para casi 340 millones de habitantes
Biden necesita apoyo para su propuesta sobre la pandemia la cual se financiaría en su totalidad con nuevos préstamos y, por lo tanto, necesita la aprobación del Congreso, para lo cual hay bastante optimismo por dos razones 1.- Su partido, tiene mayoría en el Congreso; 2.- la caída de la popularidad de los partidarios de Trump y de Trump mismo, es un fuerte aliciente para que muchos republicanos voten a favor. Al lanzar el New Deal, «FDR tenía una abrumadora mayoría demócrata en ambas cámaras del Congreso», dice Oshinsky. «No tenía que preocuparse por lo que tendría que preocuparse Biden».
Biden nombró como copresidente del Consejo Asesor de Transición COVID-19 a David Kessler, pediatra y abogado que dirigió la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) bajo los ex presidentes George H. W. Bush y Bill Clinton en la década de 1990; además, Kessler también reemplazará a Moncef Slaoui como el principal científico que supervisa la Operación Warp Speed, Kessler nunca ha trabajado en la industria y las vacunas no son su especialidad. Pero, “tiene un largo historial de asumir tareas controvertidas tanto en el gobierno como en la academia, incluida la lucha contra las compañías tabacaleras y la aceleración de la aprobación de medicamentos contra el VIH en la FDA”.
Osterholm dice respecto a los planes de salud de Biden «Lo que están tratando de hacer ahora es tapar todos los agujeros que puedan». Los expertos afroamericanos en salud pública de EE.UU. respondieron con cautela al New Deal, considerando que es un gran programa pero advirtiendo que las enormes cantidades de dinero deben dirigirse con cuidado en consulta con las comunidades de color en los EE.UU., que han sufrido de manera desproporcionada tanto el COVID-19 como sus consecuencias económicas.
Fatima Cody Stanford, experta en políticas de salud de la Escuela de Medicina de Harvard, dice que la desconfianza en la vacunación es muy profunda en la comunidad afroamericana. “La pieza de vacunación es extremadamente importante”. “Pero deben estar extremadamente atentos a cómo se ve eso, particularmente en las comunidades de color.
Richard Allen Williams, presidente del Minority Health Institute Inc, dice que está «muy impresionado» con los miles de millones de la administración entrante para combatir el COVID-19. “Estás hablando de algo que es 40 veces más potente desde el punto de vista financiero de lo que la administración Trump asignó [a Operation Warp Speed”.
Biden manifestó que «puede llevar muchos meses llegar a donde necesitamos estar» advirtiendo que «habrá tropiezos». Aseguró, además, que «la ciencia y los científicos» marcarían el camino y que su equipo transmitiría claramente el estado de los esfuerzos de la nueva administración. «Siempre seremos honestos y transparentes sobre nuestra posición, tanto las buenas como las malas».
PhD. – Docente – Chile
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