Argentina cerró 2020 con inflación de 36,1 %, la segunda de Latinoamérica tras Venezuela
Buenos Aires.- Argentina acumuló en 2020 una inflación del 36,1 % que, comparada con el 53,8 % de 2019, se vio morigerada en gran medida por el congelamiento de las tarifas de servicios públicos y la caída del consumo durante la pandemia pero aún impactada por la elevada emisión monetaria o los desequilibrios cambiarios.
El país sigue implacable en el segundo lugar de América Latina con mayor inflación, solo superado por Venezuela, que según su Banco Central llegaba hasta septiembre al 844,1 % y, según la oposición, cerró 2020 en el 3.713 %.
El Instituto Nacional de Estadísticas de Argentina (INDEC) reveló este jueves que el índice de precios al consumidor (IPC) se ubicó en diciembre, en comparación con el mes anterior, en el 4 %, el valor más alto de este año, que registró su menor cifra en abril y mayo (1,5 %), cuando la economía estaba prácticamente paralizada por la cuarentena.
El principal aumento de precios se dio el mes pasado en los sectores de la recreación y cultura y de la salud (5,2 %), seguidos por el de transporte (4,9 %) y los restaurantes y hoteles (4,6 %), al coincidir con el inicio del verano y el relajamiento generalizado de las medidas de aislamiento que rigieron durante buena parte del año.
Y en el conjunto de 2020, los mayores incrementos fueron en las prendas de vestir y calzado, un 60 %; la recreación y cultura, un 48 %; y el equipamiento y mantenimiento del hogar, 37,7 %. Mientras que el rubro de la comunicación fue el que menos varió (7,6 %).
Y es que en agosto el Gobierno declaró internet, la televisión de pago y la telefonía celular «servicios públicos y esenciales» y congeló sus tarifas hasta el 31 de diciembre, decisión que se sumó al congelamiento en las facturas de electricidad y gas hasta finales de año.
Mejor inflación en un año catastrófico
La inflación del 36,1 % acumulada entre enero y diciembre es la menor de los últimos tres años, tras el 53,8 % en 2019 -récord desde 1991-, del 47,6 % en 2018 y del 24,8 % en 2017.
A pesar de la fuerte inversión del Estado en subsidios sociales para paliar los efectos de la pandemia y de la paralización laboral por las medidas de confinamiento, no se logró frenar el desplome en todos los indicadores sociales y económicos del país, que ya arrastraba y sigue haciéndolo una recesión que comenzó en 2018.
En el primer semestre de 2020 y según el INDEC, el 40,9 % de la población estaba bajo la línea de la pobreza, desde el 35,5 % de la segunda mitad de 2019, cifras siempre alimentadas por la constante escalada inflacionaria, uno de los problemas endémicos de Argentina.
Para encarar los subsidios, el Banco Central (BCRA) aceleró la emisión monetaria, lo que puso más pesos en circulación, mientras para preservar la siempre débil divisa nacional y resguardar las mermadas reservas internacionales se fue cerrando cada vez más la posibilidad de comprar dólares, moneda cuya constante apreciación provoca siempre más inflación en el país.
Pero aunque el acceso al dólar oficial estuvo muy restringido, las operaciones de compraventa en los canales alternativos y el mercado negro generaron brechas entre los diversos tipos de cambio y un aumento en las tensiones al ser el «dólar blue» (el que se vende de forma ilegal) considerado por muchos sectores la verdadera referencia del valor del dólar.
«Durante 2020 el Gobierno nos metió en una cuarentena demasiado extensa que no podía pagar, porque recibía menos ingresos (menos actividad) y tenía mas gastos. El resultado fue una emisión de 2 billones de pesos por parte del BCRA, que hoy se filtran a dólar y precios», expresó en Twitter el economista Martin Tetaz, convencido de que, «a menos que el Gobierno tenga un plan para emitir menos en 2021, la inflación se acelerará, sobre todo si empiezan a aumentar las tarifas».
Las expectativas
En su proyecto de Presupuesto para este año, aprobado por el Congreso, el Gobierno de Alberto Fernández, que asumió en diciembre de 2019 en medio de la crisis económica iniciada durante la gestión de Mauricio Macri (2015-2019), preveía acabar 2020 con una caída de la economía del 12,1 % -y un rebote del 5,5 % al cerrar este año- y una inflación del 32 %, para cerrar 2021 en el 29 %.
Sin embargo, a fines de noviembre pasado, los analistas del mercado que consulta habitualmente el Banco Central ya proyectaban que la inflación para diciembre sería del 36,7 %, mientras que en su último informe, del 8 de enero, auguraron que en 2021 volverá a acelerarse y terminará en el 49,8 %.
«Si la tendencia se mantiene, 2021 podría cerrar con un alza de precios similar a la de 2019. Sin embargo, en paralelo al recalentamiento inflacionario, viene teniendo lugar una mejora sostenida en el nivel de actividad económica», expresó en un informe el Instituto Estadístico de los Trabajadores de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo.
Según difundió esta mañana el Ministerio de Economía, su estrategia contra la inflación pasa por enfrentarla a través de las políticas cambiaria, fiscal y monetaria, tarifaria y de precios e ingresos.
«En la política cambiaria apuntamos a darle estabilidad al tipo de cambio real, que el dólar y la inflación vayan de la mano, es un objetivo definido para fines del 2021, se busca que el tipo de cambio real sea similar a fines de 2021 del que fue a fines de 2020», señaló la cartera.
Y justificó la aceleración de los precios en el último trimestre en el relajamiento en «ciertas regulaciones» en temas de precios, así como a la cuestiones estacionales y a la evolución de los precios internacionales y su efecto en las materias primas y a los valores de la cadena productiva. EFE