2021, año de recuperación
Estamos comenzando el 2021 y dejamos atrás un 2020 que realmente nos cambió la vida.
La crisis económica que ya padecíamos empeoró con la pandemia que nos volteó cualquier plan personal, familiar y de país.
La dolarización, que a principios del año traía un pequeño respiro a la economía, se vino abajo y, aunque se mantiene, no es la panacea y menos la solución si no se aprueba oficialmente.
Actualmente, la hiperinflación se ha comido cualquier aumento de sueldo, bono o subsidio.
La crisis de la gasolina se mantiene y los servicios de electricidad, gas, agua, Internet y telefonía móvil son bastante deficientes.
Pese a todo los venezolanos mantenemos la esperanza. El país no se acabó con las elecciones parlamentarias y el Ejecutivo tiene todo en su campo para tomar las medidas necesarias para el arranque.
El nuevo Parlamento también tiene todo para hacer las leyes necesarias para echar para adelante.
Ejecutivo y Legislativo pueden trabajar en conjunto para que las medidas funcionen, sin excusas ideológicas porque la crisis no mira colores ni partidos y están en la obligación de trabajar para todos los venezolanos.
El presidente Nicolás Maduro ya dijo que en enero se debe tener un plan de recuperación y llamó al diálogo.
Los sectores económicos han repetido que desean trabajar por el país, que quieren ser escuchados y tomados en cuenta para elaborar el plan de recuperación del aparato productivo.
Estamos conscientes de que la pandemia sigue y hay grandes posibilidades de que las restricciones vuelvan y de manera muy estricta, para evitar el aumento de los contagios de coronavirus.
Pero la ventaja es que ya tenemos experiencia. Los nueve meses anteriores han servido para saber qué hacer y como proteger la salud de los trabajadores.
Así es que este 2021 debe ser obligatoriamente el año de la recuperación.
El Ejecutivo también ha hecho lo posible por enfrentar la crisis de la gasolina y de los servicios. No podemos decir que no ha hecho nada y todo en medio de las sanciones que han terminado por afectar a la población.
Con todo el poder en las manos no hay excusas para no pasar de los planes a los hechos. Por el bien del país.