¿Para qué suspender los vuelos?
Hemos visto cómo en los últimos días el Ejecutivo nacional ordenó el cierre de varios vuelos comerciales en rutas que tenían gran demanda como Panamá y República Dominicana.
Entendemos que, ante el aumento de casos de coronavirus importados que llegaron al país a través del aeropuerto de Maiquetía, se tomó la medida.
No obstante, creemos que la decisión es muy drástica y se pueden asumir otras conductas, como exigir de manera muy estricta que los pasajeros que aborden los vuelos que vienen para Venezuela presenten pruebas irrefutables de que no tienen Covid-19.
Paralizar la actividad aerocomercial es una medida muy drástica en momentos en que Venezuela necesita recuperarse económicamente de la parálisis causada por el confinamiento y el cierre, producto de la pandemia.
En este sentido, nos unimos a la exhortación de la IATA que dice que «esta interrupción no pudo haber llegado en un peor momento. Venezuela tenía una conectividad aérea internacional muy limitada incluso antes de la pandemia del Covid-19. Los vuelos recientemente reiniciados desde y hacia Panamá se convirtieron en un salvavidas tanto para los pasajeros como para la carga».
Añade la asociación que «cortar este vínculo antes de la temporada de viajes de vacaciones tendrá consecuencias nefastas. Los planes de los viajeros se verán gravemente afectados, ya que muchos se encontrarán varados, mientras que la carga esencial no podrá ser transportada o se retrasará masivamente».
Tal vez el Ejecutivo reconsidere la determinación y abra parcialmente los vuelos, estableciendo normas de estricto cumplimiento.
Igualmente, también apelamos a la consciencia. Es innegable la letalidad del virus y tras varios meses de experiencia, los ciudadanos saben cómo cuidarse y deben hacerlo.
De su lado, el Ejecutivo también puede tomar medidas, pero no de cierre de sectores, sobre todo en esta época cuando se espera una recuperación, al menos en parte, de los meses de encierro forzado.