Elías Jaua, a BBC: Convertimos el hambre en excepción hasta 2012, era la Venezuela que queríamos
El excanciller durante el mandato de Hugo Chávez, Elías Jaua, afirma que dedicó a formarse como profesor universitario luego que sus propuestas «en pro de la democracia» fueran desestimadas bajo la administración de Nicolás Maduro.
Mientras ultima el lanzamiento de su Centro de Estudios para la Democracia Socialista, con el que espera contribuir al debate político en su país, le concedió una entrevista a BBC Mundo para abordar el escenario que se abre en Venezuela tras las elecciones parlamentarias del pasado 6 de diciembre, boicoteadas por gran parte de la oposición y en las que el chavismo recuperó el control de la Asamblea Nacional.
P: ¿Cómo interpreta los resultados de las últimas elecciones parlamentarias?
R: Mediante el mecanismo que establece la Constitución de Venezuela, el voto directo, secreto y universal se eligieron los diputados que van integrar el Parlamento durante el periodo constitucional legislativo 2021-2026. Esa es la realidad política que resulta del 6 de diciembre.
P: Ha habido una participación muy baja en comparación con lo que había sido habitual en Venezuela y con lo que sucedió en las últimas legislativas. ¿Hay un descrédito del gobierno entre los venezolanos?
R: No solo del gobierno. Hay una desafiliación de la política, hacia nosotros los políticos. La gente siente que la política no está siendo eficaz para resolver los problemas cotidianos, sobre el salario, sobre el empleo, sobre el acceso a la educación y a la salud pública, la comida a precios accesibles.
La gente está resolviendo su vida sola y siente que los políticos no vamos a cambiar esa realidad. Eso no es bueno para la democracia. Y muestra la necesidad de recomponer la vida institucional del país, lograr que se desmonte el sistema de sanciones y agresiones al que se nos ha venido sometiendo para crear unas condiciones materiales que permitan que la gente pueda confiar en que votando puede mejorar su situación.
Pero también hay elementos simbólicos. Hay un hastío por la confrontación, en este tiempo en Venezuela, sobre todo a partir de 2015. Son elementos que llaman a una profunda reflexión de la dirigencia, tanto del gobierno como de la oposición. Y eso debe llamar también la atención de la comunidad internacional que insiste en ese empeño fallido de dinamitar al Estado venezolano, de crear un poder dual que lo que ha debilitado aún más es la creencia de la gente en una resolución política del conflicto.
P: ¿No es el gobierno el principal responsable? Al fin y al cabo es el que ejerce el poder y no se está mostrando capaz de ofrecer soluciones.
R: ¿Pero cómo puede solucionar los problemas en medio de un sistema de sanciones, de congelamiento de sus recursos, de imposibilidad de ejercer el libre comercio en el mundo, de importar? Incluso vender petróleo para Venezuela se ha convertido en casi una odisea.
P: Hablemos de la economía. Venezuela recibió inmigrantes durante décadas por su pujante economía. Ahora vemos que millones de venezolanos se marchan y hay noticias terribles como las de los que perdieron la vida en un naufragio rumbo a Trinidad y Tobago. ¿Es esta la Venezuela que ustedes querían cuando se lanzaron a aquella aventura con Chávez?
R: La Venezuela que queríamos y la que logramos fue la que hasta 2012 había convertido el hambre en nuestro país en una excepción, logró incrementar los niveles de educación pública y gratuita hasta casi el 90% y un salario mínimo para sus trabajadores de más de US$300.
Esa no es la Venezuela de hoy día
Esa Venezuela la logramos. Es muy fácil venir tras 6 años de confrontación total, de bloqueo, de agresión, de invasiones mercenarias, y preguntar si este es el país que nosotros queríamos. El país que nosotros logramos nunca había existido en Venezuela. Es ya de manual la estrategia de caotizar a los países que tienen avances económicos, políticos y sociales para después decir, miren, el socialismo no sirve.
¿Sabe qué? Aquí en Venezuela hoy, y no por decisión del gobierno, el resultado de la situación que tenemos es un capitalismo salvaje, que logró imponerse producto del desmantelamiento y debilitamiento de la capacidad del estado para regular, debido a la creación de un Estado dual.
Entonces tenemos un capitalismo que fija el tipo de cambio, que fija precios, que genera las condiciones laborales que le da la gana… Eso no es resultado del socialismo, sino de la máxima expresión del capitalismo salvaje.