Brasil reporta 755 fallecidos y 50.434 contagios en un día
Brasil superó este jueves las 175.000 muertes asociadas al nuevo coronavirus, con un incremento de 755 fallecidos en las últimas 24 horas, mientras que el número de casos se aproxima a los 6,5 millones, según el último boletín oficial.
El Ministerio de Salud indicó que se han notificado 50.434 contagios de la Covid-19 en el último día, con lo que el país acumula 6.487.084 infectados desde el inicio de la crisis sanitaria.
El número de óbitos se ubica ahora en los 175.270, con una tasa de mortalidad de 83 decesos por cada 100.000 habitantes, lo que sitúa a Brasil en el puesto duodécimo a nivel global en esa comparación, de acuerdo con el informe de la cartera.
El mayor índice de mortalidad dentro de Brasil se registra en el estado de Río de Janeiro, con 132,6 muertes por cada 100.000 habitantes y donde expertos epidemiológicos han pedido endurecer las restricciones a la movilidad, pues los hospitales de la región están cerca de un nuevo colapso.
En los tres primeros días de diciembre el país ha reportado unos 150.000 nuevos casos de coronavirus, un saldo que evidencia una aceleración de la pandemia en el territorio nacional, aunque el Gobierno rechaza hablar de una «segunda ola».
«Verificamos que en las últimas tres semanas epidemiológicas tuvimos un recrudecimiento de los casos que afectó especialmente a algunas regiones, como a la región sur, pero no creo que sea una segunda ola y sí un recrudecimiento», afirmó en una rueda de prensa el secretario de Vigilancia en Salud, Arnaldo Medeiros.
Preocupa relajación de recomendaciones sanitarias
Medeiros atribuyó ese repunte de nuevos contagios al «relajamiento de las recomendaciones sanitarias» por parte de la población, como lavarse las manos, el uso de la mascarilla, evitar aglomeraciones y mantener un distanciamiento social.
«Esas recomendaciones son fundamentales para reducir la transmisión de la enfermedad», indicó.
El discurso del Ministerio de Salud contrasta con la postura del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, quien censura el uso de mascarilla y la imposición de cuarentenas, y recientemente dijo que para enfrentar la pandemia «hay que dejar de ser un país de maricas».
Brasil es el segundo país del mundo con mayor número de óbitos, después de Estados Unidos, y el tercero con más infectados de Covid-19, por detrás de EEUU y la India.
El Ministerio de Salud también destacó que el número de pacientes recuperados ascendió hasta los 5.698.353, equivalente a un 88,3 % del total de contagiados.
Nuevos pasos para la vacuna
En medio de ese nuevo incremento de casos, las autoridades brasileñas ya piensan en la futura vacuna.
Este jueves, el estado de Sao Paulo, el más castigado por la pandemia con 42.637 muertes y 1.267.912 casos, recibió 600 litros de insumos para preparar un millón de dosis de la vacuna creada por el laboratorio chino Sinovac.
El gobernador paulista, Joao Doria, dijo que confía en empezar la campaña de vacunación en enero.
«Observando rigurosamente la ley, cumpliendo el protocolo con la Anvisa (Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria) y obedeciendo los principios de protección de la vida, vamos a iniciar la inmunización de los brasileños de Sao Paulo en enero», destacó.
El Gobierno de Bolsonaro, por su parte, tiene un acuerdo con la Universidad de Oxford y el laboratorio anglo-sueco AstraZeneca para la compra de 100 millones de dosis de su vacuna y la transferencia de la tecnología para producirla a gran escala en el país.
En este sentido, el Senado aprobó este jueves un decreto que destinaba 1.990 millones de reales (casi 400 millones de dólares) al Ministerio de Salud para poder fabricar y distribuir la vacuna de Oxford.
No obstante, Medeiros dijo que el Ejecutivo está «abierto» a adquirir cualquier potencial vacuna anticovid siempre que sea «segura», «eficaz» y haya sido aprobada por Anvisa. EFE