Richard Obuchi: No hay empresa expropiada que funcione bien
En entrevista con Román Lozinski a través del circuito Éxitos, el economista y profesor de Políticas Públicas del IESA, Richard Obuchi expuso las distintas razones por las cuales la situación actual del país son producto de las decisiones gubernamentales tomadas entre 2007 y 2009.
Acorde a cifras expuestas por Lozinski, la inversión de PDVSA en explotación y producción entre 2007 y 2009 ascendió a 21.930.000 Millones de dólares, monto similar a la cantidad que el Gobierno debió cancelar producto de las expropiaciones realizadas a empresas durante el mismo período; a su vez la adquisición de la Siderúrgica del Orinoco, Sidor, costó una suma que hubiese resultado provechosa en la construcción de 11 hospitales como el cardiológico infantil Dr Giberto Rodríguez Ochoa, un derroche de dinero que nunca antes se había visto en la historia del país.
Las expropiaciones realizadas al sector privado por parte del oficialismo han privado de producción al país, lo cual ha generado tanto un impacto interno como externo en la economía global, en palabras de Obuchi, muchas de estas empresas formaban parte de la producción de insumos esenciales para la economía del país, donde por consecuencia, se vio afectado el ambiente de inversión de Venezuela.
Para Obuchi, las expropiaciones realizadas a principios de 2007 fueron el inicio de la regresión en la economía actual, “El modelo de políticas públicas de Hugo Chávez partía de la idea que el gobierno tenía que controlar de forma directa la actividad económica”.
El Observatorio de Gasto Público de Cedice afirma que, en 21 años de Revolución, mas de 5.000 empresas fueron expropiadas, nacionalizadas e intervenidas por el Gobierno, de las cuales, a duras penas, sólo sobreviven 3.000 actualmente y a duras penas logran cubrir sus objetivos económicos.
“El daño que se hizo no fue sólo a los activos existentes, sino en las cosas que deberían acompañar este tipo de procesos para que generen confianza, como lo son las normas básicas de conviviencia”. Indicó Obuchi, quien advierte de un esfuerzo colosal para revertir esto.
Durante mucho tiempo, se defendieron estas ideas como la única solución para mejorar el futuro del país, afirma Obuchi, quien también hizo hincapié en concientizar una economía sana en todos los venezolanos que incentive la inversión.