Merkel defiende endurecimiento de medidas por la pandemia hasta el 20 de diciembre
Berlín.- La canciller alemana, Angela Merkel, defendió este jueves el endurecimiento hasta el 20 de diciembre de las actuales restricciones al no haber logrado el esperado descenso consolidado de las nuevas infecciones, y apeló a la responsabilidad de la población durante el período navideño.
En una declaración de Gobierno en el Bundestag (cámara baja) sobre el coronavirus, Merkel destacó que con el parón parcial de la vida pública en vigor desde el pasado día 2 los contactos se han reducido en hasta un 40 % y se ha podido frenar el «dramático aumento exponencial de nuevos contagios».
«No es de imaginar dónde estaríamos hoy si hace cuatro semanas no hubiéramos estado dispuestos ni sido capaces de este esfuerzo nacional», dijo al referirse a las restricciones vigentes.
Por eso, el gobierno federal y los estados federados coincidieron ayer en que «no es posible» ni «responsable» una flexibilización de las restricciones y acordaron prolongar, y en algunos casos incluso endurecer, la limitación de contactos, explicó.
Así, por ejemplo, se reduce el número máximo de personas en una reunión de diez de dos hogares a cinco de dos hogares, aunque los menores de 14 años quedan excluidos de este cálculo.
Navidades «seguras»
Durante las navidades -entre el 23 de diciembre y el 1 de enero- habrá una cierta relajación de las medidas para posibilitar la celebración en familia o con amigos, elevando a diez el número máximo de las reuniones, sin contar a los menores de 14.
No obstante, Merkel señaló que «cada uno tiene que saber si es necesario llevar este máximo al límite y si se puede renunciar».
Al mismo tiempo apeló a aquellos que tenga intención de visitar a familiares, sobre todo mayores, a que precedan al encuentro una semana de especial precaución, minimizando contactos, para que las navidades «sean unas navidades seguras».
«No queremos que durante los días festivos las cifras de contagio se disparen, creo que es nuestro deseo común», dijo.
Un primer éxito
Un primer éxito con las medidas vigentes ha sido evitar «lo más grave», el colapso del sistema sanitario, dijo, aunque recordó que las cifras de nuevos contagios se han estabilizado a un nivel «demasiado alto», hoy con 22.268 nuevas infecciones, prácticamente las mismas que hace una semana.
Además, siguen aumentando los casos graves que requieren de ingreso en la UCI y ayer se registró un «triste récord» con 410 víctimas mortales -hoy 389-, advirtió.
Merkel recordó que las restricciones en Alemania «no son de las más duras» y aún así suponen para muchos sectores un duro golpe, por lo que defendió que el Estado destine miles de millones de euros en ayudas para suavizar las consecuencias económicas de esta pandemia.
«En la lucha contra la pandemia no se trata de salud o economía, salud o educación, salud o cultura, salud o asuntos sociales», dijo la canciller, sino siempre de ambas cosas, de «salud y economía, salud y educación, salud y cultura y salud y asuntos sociales».
Por otra parte, recordó que en Alemania alrededor de 27 millones de personas forman parte de lo que se consideran grupos vulnerables y en ese sentido advirtió en contra de que «nadie piense que en un país se pueden proteger a grupos vulnerables apartándolos de la vida pública».
«Eso aquí no ocurrirá y tampoco es éticamente justificable, que quede claro», dijo.
Merkel se refirió asimismo a las potenciales vacunas y la posibilidad de una pronta autorización, lo que calificó de «luz al final del túnel», aunque no suponga el fin inmediato de la pandemia.
Avanzó que en caso de disponibilidad de vacunas ya en diciembre, los primeros en tener acceso a ellas serán los empleados sanitarios y el persona de cuidados, algo que se justifica «con el riesgo que asumen estas personas», subrayó.
«El invierno será difícil, pero acabará», cerro Merkel su discurso, en el que volvió a apelar a la contribución de todos los ciudadanos para «salir bien» de esta crisis.