Los consejos comunales: ficción totalitaria
La usurpación ha pretendido en Venezuela crear una especie de Soviets. Recuerdan los historiadores que el primero surgió en Ivanovo-Voznesensk en Moscú, tomando un carácter gremial. El gobierno bolchevique ordenó aniquilarlos. El totalitarismo es ajeno a la consulta.
Lo que se pretende en Venezuela partiendo del artículo 104 de la constitución cubana, es crear lo que los nuevos colonizadores de la isla llaman Consejos Populares, que en realidad son células de control poblacional y agentes prestos a las tareas de defensa y del orden interior. En la práctica son organismos paramilitares. Decía Fidel Castro que eran círculos llamados a fiscalizar los procesos. En tinta roja significa mantener informados a los órganos represivos.
En 2007 en el marco de la Reforma Constitucional de Chávez, que el pueblo derrotó al constatar que la propuesta era una copia de los panfletos cubanos y que proponían entre otras locuras proteger la masa obrera, que en realidad fue destruida en los últimos 20 años, al exterminar el sistema productivo del país.
Las caricaturas se han mantenido con millonarias partidas presupuestarias, sin control alguno. Su organización, creada por ley orgánica, nunca han podido desarrollarlas ante su incapacidad y temor al pronunciamiento del pueblo.
No existen. Son células mercenarias que se hacen llamar como tales. Es falso que es un modelo de democracia participativa, que es un contrasentido en una tiranía: acabaron con la democracia y obviamente con la participación.
Contrariamente, estos núcleos a sueldo, se utilizan para la recentralización del poder. La irresponsabilidad es tal que ni siquiera tienen datos concretos sobre los supuestos órganos, que en verdad son alcabalas de soplones para recibir la miseria que la tiranía reparte.
Ni por la fuerza han podido imponer-ni podrán-un nuevo ámbito territorial micro local.
La realidad cubana no tiene nada que ver con la nuestra. Los supuestos comités no discuten, porque son una fantasía. No debaten, porque no es costumbre dictatorial e insistimos son ficticios. El régimen no está capacitado para emprender un desarrollo social contemporáneo. Su papel se reduce al para policíaco como los de Fidel y Duvalier.
Una verdadera organización sería cuchillo para la garganta de la tiranía. Lo que brota en las bases es recelo y desencanto hacia tanta maldad apoyada en el Estado.
Por otro lado, al Psuv, nido de los enriquecidos chavistas, le aterroriza una organización comunitaria; miedo que recorre igualmente las entrañas de la FANB y las elites burocráticas y económicas. De tal forma, que son a estos mismos sectores los que no les convienen estructuras populares de ningún tipo.
En síntesis, los mal llamados consejos comunales son una herramienta mas de los cubanos para dominarnos.
¿Qué organización verdaderamente comunitaria puede sostenerse con la terrible situación que vivimos?. El economista Jesús Cacique la resume:
– Treinta seis meses de hiperinflación
-Contracción económica del 2013 al 2020 del 81.2%
– Seis millones de hectáreas intervenidas
– Desempleo: 54.4%
– Pobreza Total: 96.2%
– Pobreza extrema: 79.3%
– Empresas de manufacturas en el 2013 existían 6.484. en el 2019: 2.849.
El miedo de la cúpula no les permite acercarse ni siquiera a una junta de vecinos. El miedo a ser linchados.
El usurpador, con el bodrio de la ley antibloqueo, que no es ley, pues no cumple los requisitos para serla, anuncia constitucionalizar estas ilegalidades y habla de parlamento comunal, integrado por 5.000 diputados, que son colectivos disfrazados de tales, anulando hasta el propio parlamento que falsamente pretende elegir.
Al tratarse de una nueva forma de organización estatal, violenta la constitución vigente, cercenando la división de poderes y la participación ciudadana, convertidas en bufonadas y nuevas formas violentas de modificar la carta magna. Desde el 2010, la tiranía no ha escatimado esfuerzos en dictar y transformar leyes, lo cual ha generado en un desorden y un mamotreto confuso.
A pesar del rechazo a la reforma propuesta por Chávez, han intentado mediante numerosos planes avanzar en la creación de un estado socialista y no han podido, ni con leyes, reglamentos, ni proyectos anticonstitucionales. A decir verdad, esta propuesta cubana no pasará en Venezuela y el pueblo en su oportunidad contundentemente la repudió. Cuando pueda nuevamente sepultará ese andamiaje de autoritarismo rojo.
La pretendida organización de estos organismos es utópica y la experiencia demuestra que si someten a elección libre un consejo comunal lo perderán de calle. La tiranía le teme al voto, aunque sea de manos alzadas.