Inestabilidad vs. participación
Pareciera que el continente americano entrará en un proceso de inestabilidad, aún más agudo que los anteriores, con la destitución del presidente de Perú, la agresividad del inicio del nuevo gobierno en Bolivia, los carbones sociales aún encendidos en Chile y – para empeorar todo – la incertidumbre del resultado de las elecciones presidenciales de los Estados Unidos. Todo esto nos vislumbra un panorama – por lo menos – movido para el hemisferio.
Protestas, inestabilidad total, confusión y ánimos 100% caldeados es la realidad que rodea a América, desde el norte hasta la Patagonia. Pues, la realidad económica en Argentina se agudiza al mostrar vicios de aquel mal que consumió la economía venezolana.
Lo cierto es que todo el ambiente de convulsión nos lleva a valorar más el tema de la formación ciudadana. Sí, cuando una sociedad está integrada por hombres y mujeres formados en su rol y conscientes de su responsabilidad entonces sería muy difícil sumergirse en el caos.
Y es que, cuando las instituciones fallan – lo cual puede suceder hasta en la democracia y en la república más fuerte – solo queda la ciudadanía como sostén del orden y de la sobrevivencia nacional. He aquí – cuando se habla de estadistas – cuando un buen gobernante se diferencia de uno malo, cuando éste forma, capacita y empodera al ciudadano.
Cuando el ciudadano sepa, en toda su dimensión, su papel más allá de las pasiones partidistas y de las intereses de grupo, es cuando empezamos a construir democracia más allá de sectores organizados en partidos, sino que elevamos el concepto de democracia realmente participativa y con carácter ciudadano.
Hasta ahora, solo algunas naciones de Europa – sobre todo en las naciones nórdicas – han alcanzado democracias realmente abiertas, participativas y con un rol ciudadano más notorio y robusto; aún en América nos falta demasiado para ello, y es que, la anarquía se ha convertido en parte de una cultura social que se debe superar cuanto antes.
Lo que acontece a nuestro alrededor y lo que viene ocurriendo en Venezuela, debe ser un llamado de atención para la clase política democrática. Pues, no basta con aspirar llegar al poder y hacerlo, se debe ir más allá y construir un proceso de real fortalecimiento de la participación, capacitación y organización del ciudadano.
Desde esta tribuna, y a través de estas líneas, quisiera continuar pregonando la necesidad que usted – que me lee – pueda entender que ahora más que nunca se debe contar con su compromiso, no es hora de meternos en la cueva de nuestras propias necesidades, sino la de salir a entender que todos somos necesarios porque formamos parte de un todo que se llama ciudad y con la suma de ciudades sostenibles y próspera construiremos un país.
Seguir dejando todo en manos de los políticos es un grave error; cada quien debe aportar algo y ser más atento en las necesidades que afectan, de una u otra manera, a todos dentro de un círculo pequeño que al final es la ciudad, el pueblo, la región o el país.
Los invito a activarse, porque definitivamente, participar es la clave.
@malemalaver
Miembro de la Directiva Nacional del Colegio de Ingenieros de Venezuela