En cuarentena casos de drogadicción se han incrementado 150%: La Prensa de Lara
El coordinador general del Proyecto Juvenil Misionero (Projumi), Gerardo Pastrán dijo que desde mayo los casos de drogadicción y alcoholismo se han incrementado un 150% con respecto a 2019.
«En 2019 venían a solicitar ayuda psicológica y terapéutica semanalmente entre 15 a 18 pacientes menores de edad, pero ya a partir de mayo estamos atendiendo entre 40 y 45 personas. De esa cantidad, 8 jóvenes logran desintoxicar su cuerpo y duran un año en el programa de ayuda», aseveró Pastrán a La Prensa de Lara.
Esto se traduce en que solo el 15% de los pacientes atendidos logran salir de su adicción. Sobre las drogas más consumidas, indicó que el cocuy con jugos cítricos es el preferido de los adolescentes de Lara, seguido por el chimo.
Asimismo, advirtió que durante la pandemia ha aumentado la tendencia de que los jovenes se desnuden a través de videollamadas, «esas imágenes de niños y adolescentes mostrando sus partes íntimas terminan en páginas de pornogragía internacional».
«Los padres tienen que estar alerta y no ver como normal que un muchacho se la pase pegado a una computadora de 9:00 a.m. a altas horas de la madrugada. El internet es muy bueno para aprender, conectarse con personas, pero también es un arma de doble filo», sentenció.
«En cuanto a las drogas secas está el cripy en primer lugar, luego la marihuana y de tercero la cocaína; los adolescentes tienen una tendencia a comprar pastillas legales o ansiolíticos y las ligan con alcohol porque tienen el mismo efecto que la cocaína», explicó por su parte un representante de Alcohólicos Anónimos de La Rosaleda.
Destacó que la crisis económica los está «trastornado», porque los padres se quedan sin empleo y son ellos quienes deben salir a trabajar: lo que gana no les alcanza para comer bien o ayudar a la familia, cosa que los deprime; se quedan sin motivación, inmersos en la soledad y la tristeza, y con estas características están más propensos a caer en vicios.
Alcohólicos Anónimos agregó que otra de las razones que provocan esta situación es no tener una educación presencial formal.
«Estos chamos que caen en las drogas no tienen un padre que los oriente o supervise durante el estudio por internet, no hay nadie que los obligue a estudiar».