El cáncer no espera
«Gobernador, el cáncer no espera». Está frase, además de 100% verídica, venía cargada de todo el sentimiento de una madre desesperada ante la enfermedad de su hijo; y allí en pleno pasillo del Hospital de Niños de Barcelona escuché de la voz de padres angustiados los problemas para el tratamiento oncológico de muchos niños anzoatiguenses.
Frente a la desesperación de esos padres, y junto a ellos, enviamos un mensaje de denuncia al Ministerio de Salud exigiéndoles respuestas para la atención de todos esos pequeños que sufren ante semejante enfermedad.
Denunciamos ante el país el envío de insumos vencidos desde Caracas – los cuales no son empleados por los médicos por sus efectos perjudiciales al paciente – además de la carencia de recursos para atender el mantenimiento que tan urgentemente necesitan los niños.
Le recordamos a Miraflores que la efectividad del tratamiento depende del cumplimiento de los tiempos de aplicación. Nos preguntamos: ¿Las autoridades ministeriales lo desconocen esta realidad? Sabemos que están al corriente, sin embargo se hacen de oídos sordos porque no les importa la salud ni la vida de nuestros hijos.
Además, acudimos al Oncológico del estado a recordarles a aquellos que tienen represados los recursos de Anzoátegui que el Acelerador Lineal para la realización de Radioterapia en Anzoátegui lleva meses dañado.
En reiteradas ocasiones desde la Gobernación de Anzoátegui, rasguñando recursos, logramos mantener en funcionamiento el Acelerador, sin embargo en esta oportunidad no nos es posible porque carecemos del presupuesto para atender una reparación que oscila entre los 10 mil y los 15 mil dólares.
Mientras en Caracas siguen malgastando millones y millones de dólares, mientras se gastaron una fortuna del petróleo y del oro, aquí en Anzoátegui se nos van los pacientes con cáncer, víctimas de la indolencia y el desinterés de aquellos que se encuentran en los espacios del poder y administrando los recursos del Estado.
Aquí debo hacer hincapié que el Oncológico de Anzoátegui no solo atiende a pacientes de nuestro estado, sino de muchas partes de Venezuela, pues la máquina de radioterapia ubicada acá es una de las pocas de acceso público en todo el país y una de las que ha estado abierta, en funcionamiento y 100% operativa hasta hace algunos meses.
¡Señores de Miraflores! ¿Hasta cuándo tanto desdén? No estamos hablando de una carretera en mal estado, ni siquiera de un problema de tuberías o algo parecido, ni siquiera nos estamos refiriendo a los servicios públicos como el agua, la electricidad o el gas doméstico, no… Estamos exigiéndoles respuestas ante un problema grave como es la vida de decenas de niños y cientos de adultos que sufren por el cáncer. Actúen ya, justifiquen su estadía en el poder, hagan algo.
PD: Como padre, como abuelo, como esposo y como ciudadano – más allá de mi condición de Gobernador de Anzoátegui – les exijo a Caracas que envíen insumos y recursos para seguir salvando vidas en el estado y ganándole batallas al cáncer.
Háganlo por los niños enfermos, por sus madres; háganlo por esos venezolanos que quieren seguir viviendo, háganlo ya.