Mezquinos
Es triste ver como la mezquindad se ha enquistado en el poder desde hace más de 20 años. Es lamentable como quienes tienen el control del Estado se empeñan en hacer daño a través de sus acciones u omisiones.
La casta política que se mantiene en el ejercicio del gobierno desde 1999 se ha aferrado tanto a él, que cada vez que pierden algún espacio se afanan en destruir cualquier posibilidad de progreso, desarrollo y buen gobierno por parte de aquellos que se los oponen.
Es más que evidente que en eso que mientan el «Socialismo del Siglo XXI» no hay cabida para la alternancia, para la crítica o para la opción democrática; su mezquindad le impide que otros puedan hacer o demostrar vías mejores a las planteadas por ellos.
Por tal motivo, a los gobernadores democráticos del país nos arrebataron, como lo hacen los carteristas, facultades como la de administrar y gerenciar entes como las policías regionales, como las fundaciones del niño, y como institutos agrarios o agrícolas.
Desde el primer día en que los gobernadores del Táchira, Mérida, Nueva Esparta, y en mi caso en Anzoátegui, pusimos nuestros pies en las respectivas gobernaciones empezó una sistemática campaña de obstrucción sin igual en la historia de Venezuela.
Nos negaron el presupuesto. La Oficina Nacional de Presupuesto (Onapre) te asigna un recurso anual tan solo para cancelar sueldos y salarios, la llamada partida 4.0.1, es decir gastos de funcionamiento, y estos recursos se vuelven sal y agua debido a la devaluación.
No nos llegan recursos. Desde hace 2 años no nos aprueban ni un céntimo para obras, estamos cerrados en lo que respecta el Fondo de Compensación Interterritorial y también por el Consejo Federal de Gobierno.
Con esta política querían convertir a las 4 gobernaciones democráticas en cascarones vacíos, sin dinero, sin facultades y con el asecho de los llamados — e inconstitucionales – «protectores». Sin embargo, su mezquindad no ha podido doblegar las gestiones democráticas. Aunque, es necesario decirlo, su actitud egoísta y sectaria ha provocado consecuencias nefastas para los pueblos.
Por ejemplo, hace unos días, por falta de mantenimiento y por la constante negación de recursos por parte de Caracas — además de la incapacidad del Ministerio de Obras Públicas — se precipitó el elevado de Cantaura; este es solo una demostración de los efectos de la forma de hacer política del Psuv.
Es evidente, que para los ocupantes del poder sus acciones y las consecuencias de éstas sobre la población son simples daños colaterales, que ellos permiten, aplauden o reconocen como hechos necesarios para alcanzar sus objetivos políticos, que no son otros que evitar buenas gestiones en manos de los sectores democráticos del país.
No obstante, por más que nieguen recursos, por más que asfixien nuestros presupuestos, por más trabas que coloquen en el camino, vamos a seguir en movimiento, vamos a seguir demostrando que sí se puede hacer un buen gobierno con poco recursos y contra muchos de ustedes.
En el caso de Anzoátegui hemos enfocado nuestras acciones en la más importante labor de todas: Salvar Vidas. Y mientras algunos se empeñan en cerrarnos el paso, nosotros avanzamos por el bien de los anzoatiguenses y por el futuro de nuestra región.
Así, con acciones, con gerencia y sentido humano, seguimos derrotando la mezquindad con la fuerza de la voluntad y el respeto hacia el ciudadano…
Allá aquellos con su odio, nosotros acá continuamos sirviéndole a nuestro pueblo.
Por Anzoátegui, estamos en movimiento.