Maduro y Sigmund Freud
Muchas veces resulta difícil entender la conducta de los hombres: lo que hacen, dicen, dejan de hacer o dejan de decir. Es el caso de Nicolás Maduro. El gran médico austriaco Sigmund Freud dedicó su vida a estudiar la mente y la conducta humana y por ello se le considera el padre del psicoanálisis. Entró Freud a las regiones más recónditas del cerebro para tratar de explorar científicamente ciertas formas de actuar de los humanos y la identificación de patologías actualmente reconocidas y bien estudiadas.
Hay momentos en que los hombres entran en una fase de su vida que apelando a la psiquiatría se puede identificar como de desconexión de la realidad mediante la cual las personas experimentan falsas creencias que creen verídicas y el fervor que ellas generan las hace que terminen reforzando tales creencias. Llegan a ser tan fuertes y fijas que se arraigan en la persona y no hay forma de convencerlas de lo contrario, por muy evidente que sea la realidad. Lo peor es que esta desconexión de la realidad impregna a otros cercanos que de tanto escuchar los relatos también acaban creyéndolos.
Sería marzo de 2016 con la ocasión de presentar la Memoria y Cuenta de Maduro correspondiente a 2015 que el profesor Aristóbulo Istúriz compareció ante la Asamblea Nacional para presentar la obra de Gobierno. Habló Aristóbulo de los Cinco Motores Productivos y los encadenamientos productivos y quienes sabemos de economía allí presente no salíamos del asombro al verlo hablar de hechos que no estaban sucediendo sino solamente en su mente. Pasó 2016 y vino 2017 y los motores no arrancaron y los encadenamientos productivos se trabaron y la economía entró en una recesión que se ha prolongado por seis largos y dolorosos años.
Pero cuando alguien escucha a Maduro decir hace algunos días “que ya la economía muestra signos de recuperación”, o como expresó en enero de 2016 “me pongo al frente del manejo de la economía”, o lo que afirmó a comienzos de 2017 “este será el año de la recuperación de la economía”, o también cuando lanzó el petro y la reconversión monetaria en agosto de 2018 cuando afirmó “ahora si vamos a tener una verdadera moneda, una nueva unidad de cuenta que va ser ejemplo para el mundo”, el resultado es que hay que acudir a la ciencia médica para entender todo esto.
Por ejemplo, cuando uno oye a Maduro afirmar que en la Venezuela de hoy, de 2020, se puede dar clases por internet y que masivamente se está impartiendo educación por esa vía o que los hospitales públicos están en óptimas condiciones, es para pensar que algo no está bien. Valore usted esto del 13 de octubre de 2020 a propósito de la Covid19: “Tenemos tres investigaciones científicas avanzadas con una medicina que pronto anunciaremos; en segundo lugar un antiviral hecho por mentes venezolanas que está dando resultado al 100% y en tercer lugar la ozonoterapia intramuscular y rectal”. Juzgue usted mismo.