Se hacen 2000 PCR al día y deberían ser 10000: Mireya Goldwasser a VOA
La presidenta de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales, Mireya Goldwasser explicó a VOA las irregularidades que ha cometido la Administración de Maduro en torno a la pandemia y destacó que la cantidad de pruebas PCR son insuficientes: hacen 2000 PCR al día y deberían ser 10000.
Destacó que las cifras que aporta el Estado no son confiables y que Venezuela todavía no llega al pico de la pandemia. «Las cifras oficiales siguen sin reflejar el tamaño de la epidemia o de la intensidad de la transmisión. La capacidad diagnóstica que tienen está saturada. Para poder nosotros hacer una predicción correcta de lo que puede pasar, tenemos que tener datos confiables que nos suministre el Estado. No los tenemos. El número de pruebas PCR que se hacen no son suficientes. Se están haciendo alrededor de 2.000 [al día], pero deberían de estar alrededor de 8.000 y 10.000 pruebas diarias, como mínimo».
Subrayó que deben habilitarse laboratorios, clínicas, hospitales, universidades, que puedan hacer análisis, que no deben durar más de 3 días y fustigó: una persona que esté en Zulia, otra que esté en el sur. Toman las pruebas cuando tienen los síntomas. Mandan esas pruebas al Instituto Nacional de Higiene, en Caracas, que dura ocho días. El instituto está saturado, porque le llegan más pruebas de las que puede procesar. Duran 15 días para dar respuesta y, a veces, cuando llegan, ya la persona falleció o pasó la cuarentena. Es importantísimo que el número de pruebas que se haga sea el mayor posible y, segundo, la rapidez de hacer esas pruebas.
Recalcó que durante los próximos meses la situación podría empeorar ya que no hay un descenso en los casos. «Un día te dice el gobierno que hay poco más de 1.000 [contagios], al otro día te dicen que hay 800 o 900 y pico. Según nuestros datos, no hemos llegado al máximo [de contagios]. Nuestra pandemia arrancó retardada con respecto a otros países. Venezuela tenía cierto aislamiento: no había vuelos, la gente no venía de turismo por la inseguridad. Esas restricciones eran como una cuarentena entre comillas. La gente no salía, no te ibas de viaje, no tenías manera de hacerlo. La pandemia nos llega retrasada con respecto a, por ejemplo, Brasil, Estados Unidos, Europa. No hemos llegado a las condiciones de descenso [de la curva de contagios]».