El Vaticano: La eutanasia es un acto de homicidio y quienes la apoyen son cómplices
El Vaticano ratificó este martes su oposición a la eutanasia al calificarla como un “acto de homicidio” que nunca podrá ser justificado ni tolerado.
Así lo recoge un nuevo documento que se publicó cuando ya más países consideran la legalización de la eutanasia o el suicidio asistido. El archivo señala a los legisladores y políticos que apoyan tal acción como “cómplices”.
“Los trabajadores de la salud católicos nunca deben brindar colaboración activa o pasiva y los gobiernos deben reconocer el derecho a la objeción de conciencia por parte de los trabajadores”, dice el documento.
El archivo que tiene 20 páginas y que está titulado “El buen samaritano”, escrito además por la Congregación para la Doctrina de la Fe, incorporó declaraciones pasadas de la Iglesia Católica Romana sobre temas relacionados con el final de la vida, pero utilizó un lenguaje más fuerte:
“La eutanasia, por lo tanto, es un acto intrínsecamente maligno, en cada situación o circunstancia”, declara el texto. “La eutanasia es un acto de homicidio que no se puede justificar por ningún fin y eso no tolera ninguna forma de complicidad o colaboración activa o pasiva”.
Una sección apuntó a los legisladores, diciendo que si aprueban leyes sobre eutanasia y suicidio asistido se convierten en “cómplices de un pecado grave que otros ejecutarán”.
La eutanasia implica que un médico tome un papel activo para terminar con la vida de un paciente, mientras que en el suicidio asistido el médico proporciona una sustancia letal para que el paciente se lo autoadministre. Ambos son legales en varios grados en unos diez países y varios estados de Estados Unidos.
El documento calificó la legitimación de la eutanasia o el suicidio asistido como “un signo de la degradación de los sistemas legales”.
En una sección dirigida a los trabajadores de la salud católicos, el documento decía que su cooperación “debe ser excluida” porque “debemos obedecer a Dios antes que a los hombres” y que los gobiernos “deben reconocer el derecho a la objeción de conciencia” por parte de los trabajadores de la salud.
Con información de Reuters.