Dolarización, dolarización y dolarización
Vamos Miraflores. Repitan conmigo como si estuviéramos en la escuelita: «la solución económica de Venezuela está en la dolarización». Así de sencillo. Mientras no se entienda esta premisa seguiremos nadando hacia lo profundo y alejándonos de la orilla.
Si quienes tienen el control del Estado no terminan de comprender que la dolarización formal es la vía expedita para sanear el desajuste económico del país, entonces seguiremos en esta realidad enfermiza donde los precios están totalmente dolarizados y los salarios en un bolívar plenamente devaluado.
La inflación, producto de políticas monetaristas equívocas y erráticas, colmó la vida de un venezolano que ha tenido que ingeniárselas para no morir de hambre y para mantener la cordura frente a la angustia permanente de la falta de comida y de dinero.
Esta tragedia tiene una sola solución y es la dolarización formal de la economía; cuando el gobierno admita el desastre económico y entienda que se deben establecer sueldo y salarios en divisas, y que tanto en la administración pública como privada se empiece a cancelar en dólares se logrará avanzar en dirección hacia el saneamiento de la economía.
Tenemos un altísimo nivel de circulante en dólares, producto de un mercado informal y paralelo. Esto ha ocasionado una inflación sobre el valor real de la moneda extranjera, en tal sentido palpamos la particularidad venezolana donde el poder adquisitivo de las divisas ha mermado considerablemente.
Hace un par de meses una persona con $100 podría sobrevivir todo un mes, hacer una sustanciosa compra de víveres y demás artículos, un venezolano con esa cantidad podrían mantenerse con algo de comodidad y soltura. Sin embargo, la acelerada inflación está llevando a que esos mismos $100 ahora solo alcancen para los gastos de una semana.
Y esta situación irá empeorando, salvo que la lucidez se apodere de quienes manejan la economía venezolana y reconozcan como acción necesaria la dolarización. Y, si esto llegase a ocurrir, entonces veremos un proceso de equilibrio económico y fiscal, que debería sincerar el valor real del dinero (divisas) dentro del mercado.
Se debe dolarizar la economía. Hacer que los trabajadores ganen lo justo en dólares y que los precios tengan su valor real dentro de los esquemas de la dinámica precio-valor-costo, solo así se minimizará los efectos de la especulación y de la inflación dolarizada que en este momento está asfixiando a propios y extraños.
Así pues, para que entiendan en Miraflores: ¡Dolarización, dolarización, dolarización!…
Sin dólares no hay paraíso. Sin «lechugas americanas» no hay economía ni invento que valga. Solo con la dolarización salvaremos lo que queda del sistema económico venezolano, el cual yace todo corroído tras 20 años de equivocaciones y dogmatismos ideológicos.
PD: Si la dolarización la hiciese un gobierno más democrático, más abierto, más liberal en el orden económico, y con un real sentido de la decencia, entonces el camino sería aún más fácil, aún más prometedor y con mejores resultados para el bienestar de todos los venezolanos.