Coronavirus desnuda la pobreza y el hambre en Venezuela: La Prensa de Lara
Álvaro González, habitante del sector Los Moyetones Uno en Barquisimeto, contó a La Prensa de Lara el estado de pobreza y hambre en que se encuentra su familia en medio de la pandemia: se trabaja cuando se puede y se come lo que hay.
«El hombre tiene casi 6 meses escuchando en la televisión el mensaje institucional de «quédate en casa» que da Maduro. Entiende que hay un virus mortal que apareció en China a finales del año pasado y reconoce que hay muchas personas enfermas, pero no se identifica con las imágenes que acompañan la petición del mandatario nacional, pues en su casa no hay televisor pantalla plana para ver, no hay una taza de café que tomar y tampoco hay una cena que se pueda compartir en familia», suscribe el artículo de Osman Rojas.
Tiene un puñado de arroz blanco que guarda para el almuerzo. Un poco de harina de las que salen una, 4 o 5 arepas pequeñas (insuficiente para las siete personas que viven con él) y una bolsa con manzanilla que tendrá que tomar simple porque no hay azúcar. Tiene en la nevera ají dulce, cebolla y un pimentón. En el congelador, espacio donde debería ir la carne, el pollo o el pescado, hay tres envases de refrescos llenos de agua. «Así es mi quédate en casa», dice el hombre que trabajaba en el Mercado Mayorista de Barquisimeto y que se ha visto en la necesidad de buscar ingresos por otro lado, pues con el cierre de Mercabar, se quedó sin trabajo.
«Limpio jardines y pinto casas, pero en medio de este virus nadie está haciendo remodelaciones. No sale trabajo».
Para el señor González la pandemia lo único que hizo fue desnudar el hambre de toda una población. «Con el coronavirus se duerme mal, porque uno no para de pensar en cómo resuelve el día a día. Se trabaja más, porque todo el día andamos buscando qué hacer para poder sobrevivir y se come menos porque lo que se gana se va en una harina».