Causa del fracaso de Miranda en 1812 (final)
Miranda solo ascendió a Teniente Coronel pero se presentaba como “coronel español”, y por creerlo “coronel”, la Francia Revolucionaria lo incorporó en 1792 como “General” en sus Ejércitos, muy mermado de oficiales superiores por el éxodo de la oficialidad monárquica.
En Venezuela lo nombraron “Generalísimo”, con todo el poder para salvar la República, contando con sus dotes militares. Lo creían un estratega y decepcionó por no serlo. Desaprovechó todas las oportunidades de destruir al ejército enemigo y capituló, sin previa junta o consejo de guerra para examinar la situación con sus comandantes, según la tradición militar, ante un oficial español de menor graduación, de la Marina, Monteverde, a quien creyó no poder derrotar en tierra.
Miranda, carente de cualidades de estratega y de organizador, se sintió sobrepasado por las dificultades e incapaz de triunfar. De allí su derrotismo, conocedor de sus limitaciones, que quiso ocultar. Era un excelente oficial subordinado, pero no estaba preparado para ejercer la jefatura suprema de un ejército en guerra y por eso fracasó.
Esto explica su inacción, sus titubeos, sus contradicciones, su postura solo defensiva, sus torpezas y graves errores en la conducción del ejército en la guerra. Porque casi todos sus oficiales, testigos, observadores, oficiales extranjeros y hasta enemigos, casi con unanimidad, calificaron su actuación como mediocre y hasta nula. Y varios oficiales intentaron sustituirlo por creerlo incompetente.
El realista José Francisco Heredia (“El Regente Heredia”) en sus Memorias sobre las Revoluciones de Venezuela (1812-1817) escribió: “…Los dos exércitos se mantuvieron muchos días casi a la vista, sin que el de Caracas se atreviese a atacar al del Rey, a pesar de su conocida superioridad en el número y calidad de las tropas…”. Y agregó: “…Domingo Monteverde, cuya situación no era menos apurada, se tubo por dichoso al ver que le ofrecían lo que él apenas podía imaginar…”, la nefasta Capitulación propuesta por Miranda.
El historiador Julián Fuentes, en su Manual «Historia de Venezuela«, expone: «…Simón Bolívar, Vicente Tejera y Miguel Carabaño, en una publicación… en Cartagena de Indias… noviembre de 1812, atribuyeron a la conducta del Generalísimo parte principalísima en el insuceso republicano de 1812: ‘La vergonzosa cobardía del Generalísimo, que disponía de 7.000 hombres… fue factor determinante para la firma de la Capitulación’… posteriormente… Bolívar y Tejera, en representación… al Congreso de Tunja… volvieron a la carga… ‘Miranda -decían- por una inaudita cobardía no logró las ventajas de la victoria persiguiendo al enemigo… cometió la bajeza ignominiosa de proponer y concluir una Capitulación que, cubriéndonos de oprobio, nos tornó al yugo de nuestros antigüos tiranos’…».
José de Austria, prócer y testigo presencial de los hechos, en su «Bosquejo de la Historia Militar de Venezuela”, escribió: «…La pérdida de la Campaña de 1812, y el triunfo de los españoles, se debió exclusivamente a los errores del General Miranda, que mandaba el Ejército y había reasumido todos los Poderes Públicos. Este General… a la cabeza de un respetable Ejército con que pudo sostener la Libertad ya adquirida, depone las armas y torna a su misma Patria a la más degradante y cruel servidumbre… se trató de deponerle en… La Victoria, siendo ya general el disgusto y la desconfianza que había excitado su inexplicable conducta…».
“…Ésta opinión estaba generalizada entre venezolanos y extranjeros… El almirante (británico) Stirling recibía informes… que… los republicanos… debían sobre todo su pérdida a… la poca pericia e inconsistente conducta que (Miranda) demostrara en la guerra… El agente norteamericano Alexander Scott, censura agriamente a Miranda, general inhábil que, por su táctica puramente defensiva, abandonó los Llanos al enemigo y dejó bloquear a Caracas…”, Carraciolo Parra Pérez en “Historia de la Primera República de Venezuela”.
Bolívar, en carta a Camilo Torres, del 8 de abril de 1813, escribió: “…de diez acciones que se dieron en Venezuela, sólo las cuatro primeras le fueron favorables (a Monteverde)…, habiendo perdido las seis últimas, y quedando en tres de ellas completamente derrotado… las capitulaciones vergonzosas de Miranda, no fueron obra de Monteverde, sino de las circunstancias, y de la cobardía del general del ejército de Venezuela…”.
Bolívar se equivocó: No era cobardía. Era incapacidad estratégica.