Bolívar, el albacea político de Miranda
Lo más importante del legado de Francisco de Miranda en la Independencia no fue su corta y desafortunada actuación militar como Generalísimo en 1812 sino su dilatada actuación política continental, que dotó de un programa a Simón Bolívar desde su encuentro en Londres en 1810.
En 1812 Francisco de Miranda sale de escena por su nefasta Capitulación ante Domingo Monteverde y Simón Bolívar, en poco tiempo, se convertirá en su “albacea político”, porque su actuación dentro del proceso de Independencia Hispanoamericana estará determinada por las ideas y proyectos políticos de Francisco de Miranda: Independencia de toda Hispanoamérica, guerra continental contra las fuerzas realistas españolas y el intento de adaptar el modelo constitucional británico.
Quienes no entendieron (por localismo, ignorancia o simples intereses personales) que la Independencia de las colonias españolas en América requería un esfuerzo de unidad política y militar para lograr el éxito desconocían las realidades de ese tiempo y estaban condenados al fracaso, porque España reaccionaría en todo el continente y por eso la guerra fue continental, y para enfrentarla se requería un esfuerzo también continental. Por eso Miranda y Bolívar no serán federalistas sino centralistas mientras exista guerra.
Recordemos que la mayoría de los integrantes del Congreso de 1811, que declara la Independencia de Venezuela y la dota de su primera Constitución, buscó imitar el modelo constitucional de Estados Unidos, una república federal, salvo en la composición del Poder Ejecutivo, al establecer un Triunvirato en lugar de un Presidente, un ejecutivo colegiado, por el temor a que surgieran “hegemones”.
Miranda y Bolívar, con amplios conocimientos de política internacional, conocedores de la política española, del carácter español y de la importancia vital de América para la Corona, sabían que el modelo federal de 1811 (que debilitaba la posibilidad de un mando militar unificado) no era apropiado para la situación de guerra que se desencadenaría, al estar conscientes que España, aunque debilitada y en guerra contra la Francia Napoleónica, no se resignaría pacíficamente a perder sus colonias en América, base fundamental de su riqueza y poder.
Esto explica que vencidas las fuerzas realistas en Venezuela, integrada con Nueva Granada y Quito en Colombia, se llevara la guerra hasta el Perú y el Alto Perú (la actual Bolivia), porque España continuaría combatiendo en la América del Sur mientras contara con ejércitos para ello.
No cabe duda: Miranda, más allá del enfrentamiento personal por su nefasta capitulación, fue el ductor político de Bolívar, quien compartió o asumió las más importantes ideas políticas y proyectos mirandinos, desde el nombre de “Colombia”, que inventó Miranda para todo el continente, equivalente a “América Española” o “Hispanoamérica”, y que después usará Bolívar para bautizar en 1819 a la república integrada por Venezuela, Nueva Granada y Quito (el actual Ecuador), hasta el proyecto de abrir un canal interoceánico en el Istmo de Panamá.
En materia de organizar a los nuevos Estados surgidos de las antiguas colonias españolas en América, la “Gran Confederación Andina” de Bolívar es la misma “Colombia” de Miranda, en escala más reducida (Miranda soñó confederar toda Hispanoamérica, toda “Colombia”), así como “la Anfictionía” como cuerpo político y diplomático para regular las relaciones de los “estados confederados” también es proyecto de Miranda imitado de la antigüedad griega, que Bolívar llamará “Congreso Anfictiónico de Panamá”.
Y la Constitución de Bolivia, que resume el pensamiento constitucional de Bolívar, es una variante del proyecto de “Incanato” de Miranda, porque ambos imitaron la monarquía constitucional británica, que admiraron como paradigma, porque un “Presidente Vitalicio con derecho a elegir sucesor” es un monarca, igual que “El Inca” que propuso Miranda al gobierno británico. Cuando en 1819 Bolívar propuso ante el Congreso de Angostura, además de la “Presidencia Vitalicia”, la creación de un “Senado Vitalicio y Hereditario” buscaba la creación de una criolla “Cámara de los Lores”, los “Señores” británicos, en sentido feudal, porque Miranda y Bolívar, muy cultos, ilustrados y eclécticos, eran, en esencia, monárquicos.