Para los migrantes regresar a Venezuela en pandemia resulta más difícil que irse: DW
Desde el comienzo de la cuarentena, Nicolás Maduro ha acusado en reiteradas ocasiones a los países vecinos de retornar a Venezuela migrantes venezolanos infectados con coronavirus para atacar al país, reseñó DW.
Todas las noches los venezolanos se preparan para enterarse de las cifras oficiales de la pandemia tras la reunión diaria de la Comisión Presidencial para el Control del Covid-19. El anuncio lo hace el Ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, o su hermana, la vicepresidenta Delcy Rodríguez; eso, si no se adelanta Nicolás Maduro en alguna eventual transmisión. La información la dan como en cualquier otro país a excepción de una particularidad. Hay un énfasis en distinguir los casos de contagio nacional y el número de casos importados de otros países, particularmente los que vienen de Colombia y Brasil.
Desde el comienzo de la cuarentena, Nicolás Maduro ha acusado en reiteradas ocasiones a los países vecinos de retornar a Venezuela migrantes venezolanos infectados con coronavirus para atacar al país. El discurso del mandatario ha llegado al punto de llamar «bioterroristas» a los migrantes venezolanos que cruzan la frontera colombo-venezolana por vías clandestinas. Para los migrantes venezolanos que regresan a su país de origen la realidad que viven es posiblemente más dramática que las acusaciones que emite Maduro en sus discursos.
Las experiencias del retorno
Una de las lamentables consecuencias que ha traído consigo el Covid-19 a América Latina es el cierre de varias empresas al no poder poder atender a clientes en cuarentena. Esto, a su vez, ha dejado sin trabajo al sector más vulnerable de la jerarquía laboral, los trabajadores migrantes, muchos de ellos venezolanos. Tal es el caso de Samanta, de 21 años, que regresó a Venezuela desde Colombia por las vías legales. Samanta contó a DW que a causa de la pandemia ella y su esposo perdieron el trabajo. «Estoy embarazada y las consultas médicas presenciales estaban suspendidas para evitar exponernos. Como no teníamos trabajo y pagábamos alquiler pues se nos complicó la situación y de ahí tomamos la decisión de retornar. Aquí tenemos nuestros hogares y podríamos estar más tranquilos», dice Samanta.