Ochoa Antich: Próxima AN debe designar gobierno de emergencia y unidad nacional hasta el 2024
El dirigente político y exdiputado, Enrique Ochoa Antich, lanzó una propuesta para que la próxima Asamblea Nacional, que debe instalarse el 5 de enero de 2021, sea facultada a través de una reforma constitucional para que pueda designar «un gobierno de emergencia y unidad nacional», que permita a Venezuela afrontar los retos de la post-pandemia.
Para el exdiputado, el país se encontrará a las puertas de una catástrofe social con «una violación masiva de los derechos humanos» y «con riesgos de hambruna» para vastos sectores de la población, tras culminar la actual crisis sanitaria.
Ochoa argumenta que según el último informe de la CEPAL, la caída del PIB del 26 % es crítica para el país, ya que esto representa «tres veces el promedio de toda América Latina». También presenta la encuesta ENCOVI que informa de un 65 % de la población en situación de pobreza.
En este sentido considera que una crisis de esta magnitud no puede enfrentarse con un país fracturado.
«Se requiere que como los libertadores en el siglo XIX y los demócratas en el siglo XX, los venezolanos del siglo XXI seamos capaces de unirnos para salir de la pobreza y del atraso», remarcó.
La propuesta reformaría los artículos 187, 226, 236, 238 y 239 de la Carta Magna, para facultar a la próxima AN a designar por 2/3 partes a un venezolano de consenso para ser vicepresidente con rango de jefe de gobierno y manteniendo al presidente como Jefe de Estado y de la Fuerza Armada.
De esta manera se estaría obligando a conformar un gobierno de emergencia y unidad nacional de tres años (hasta las elecciones presidenciales de 2024) que con el concurso de los mejores, sin distingo ideológico ni partidista, pueda enfrentar la catástrofe social de la Venezuela post-pandemia.
«El sufrimiento del pueblo no puede esperar a un improbable cambio de presidente», sentenció.
Entre las líneas medulares de acción de ese gobierno de unidad Ochoa plantea la recuperación urgente del salario real de los trabajadores por vía de una reactivación de la economía a partir de la reprivatización de miles de empresas estatizadas.
También propone la reactivación de la industria petrolera con capital privado, que permita aumentar los niveles de producción que han llegado a mínimos históricos en 2020.
Por último, exige presencias democráticas en los Poderes Públicos, con la presencia «de los mejores, sin distingo político» para que dirijan los servicios públicos que han ido deteriorándose con el pasar de los años.
