La Asamblea Nacional y la nueva Constitución
La necesidad de obtener la mayoría en la Asamblea Nacional se ha impuesto como la meta electoral del oficialismo. Basta ver las últimas decisiones que le resultan favorables como el nombramiento de la junta directiva del CNE por parte del TSJ así como la designación de directivas en algunos partidos opositores.
Lograr 200 diputados o más en la nueva AN le permitirá la aprobación del nuevo texto constitucional cuyo propósito, de acuerdo a declaraciones de algunos de sus proponentes, es avanzar en la refundación de la República realizando cambios profundos en las estructuras políticas, económicas y sociales. Donde el Estado se convierte en el centro del poder soberano y absoluto y derechos ciudadanos limitados. El texto constitucional es muy parecido, según los estudiosos en la materia constitucional, a los que tuvo Hungría y Polonia.
Esta estrategia oficialista se ha visto favorecida por la desunión entre entre dirigentes opositores. Mientras las corrientes políticas que conforman la mayoría de la vigente AN mantienen la tesis de abstenerse; otras organizaciones partidistas sostienen su posición de participar. A pocas semanas del cierre de postulaciones de candidatos a diputados, esta desunión impositita la presentación de candidatos unitarios.
Lo que sí se hace evidente es el malestar en la población por las carencias y limitaciones. Así lo indican las encuestas. Este es un importante argumento expuesto por los partidos que han decidido participar, convencidos de que pueden lograr mayoría como resultado del descontento existente.
Los que proponen la abstención insisten en que es imposible obtener resultados favorables en virtud del control de la maquinaria electoral, el control de las instituciones y la nula transparencia en el proceso.
La prioridad para la mayoría de los venezolanos es lograr que se den las condiciones para unas elecciones confiables y transparentes. El país exige que se establezcan soluciones y acuerdos para lograrlo. Es un reto difícil de alcanzar por las distintas posiciones asumidas pero no imposible de lograr.
Lo que sí se hace evidente es que la nueva Constitución se ha convertido en la meta de mayor importancia para los que ejercen el poder y su norte político es buscar su aprobación a través de la nueva Asamblea Nacional. Para ello necesitan obtener la mayoría de los diputados repitiendo la estrategia aplicada para las elecciones de diciembre de 1999.
Presidente de la Red por la defensa al Trabajo, la Propiedad y la Constitución