Errores en la biografía de Simón Bolívar del Dr. Pino Iturrieta (final)
6) El Dr. Pino Iturrieta afirma que Bolívar fue el primero en establecer en documento “La Guerra a Muerte” (página 64) y esto es falso, ya que antes, en 1812, Monteverde decretó que gobernaría conforme a la “Ley de Conquista” y publicó el 13 de marzo de 1813 (antes de la Proclama de Guerra a Muerte de Simón Bolívar, de fecha 15 de junio de 1813) “un despacho del Secretario de la Guerra, que hasta entonces había tenido oculto. En él aprobaba el Gobierno de España su conducta, y también un plan que nuestro pacificador había formado para perfeccionar la reducción de Venezuela. Consistía el tal plan en pasar a cuchillo todos los insurgentes pertinaces que osasen resistir con las armas a las tropas del Rey. Los que hubiesen admitido empleos, o hubiesen cooperado de cualquier modo a sostener la revolución, debían ser juzgados como reos de Estado y condenados al último suplicio…”, página 34, Tomo II, de “Bosquejo de la Historia Militar de Venezuela”, del Prócer José de Austria (Edición de la Academia Nacional de Historia, Caracas, 1960).
7) Afirma que la población de Caracas estaba en la incertidumbre y con pánico por la entrada de Bolívar y sus tropas en 1813 (página 65) y omite que Bolívar pactó una generosa capitulación en La Victoria con representantes de la ciudad de Caracas antes de su entrada en ella, que no fue traumática ni violenta.
8 ) El error más grave, el juicio más errado que contiene esta biografía es que el Dr. Pino Iturrieta, aunque confiesa que “…No hay testimonios que permitan asegurar cómo traiciona deliberadamente a su superior y admirado líder para librarse de los rigores de la reconquista después de calcular las previsiones, pero es evidente que ha cometido una felonía…” (página 53), culpa a Bolívar de entregar a Miranda a Monteverde sin ningún tipo de pruebas, contra las numerosas pruebas históricas de su inocencia y sin argumentación. La entrega de Miranda a Monteverde fue hecha por el Comandante Militar de La Guaira, nombrado por el propio General Miranda, el Coronel Manuel María de Las Casas, quien se pasó al bando realista y murió en 1818, sirviendo al Rey como Teniente Justicia Mayor de Petare.
El Dr. Pino Iturrieta califica a Bolívar de “traidor” y de cometer una “escandalosa maroma” (página 41), de cometer “felonía” y entregar a Miranda “a una probable carnicería” (página 53). Y la verdad, sustentada por muchos documentos y testimonios de los protagonistas y testigos presenciales, recogida por muchos destacados historiadores (Daniel Florencio O’Leary, José de Austria, Felipe Larrazábal, Vicente Lecuna, Carraciolo Parra Pérez, etc.), algunos integrantes, en sus tiempos, de la Academia Nacional de la Historia, es que Simón Bolívar participó en el arresto de Miranda para juzgarlo por su infausta Capitulación ante Monteverde y su planificado viaje al extranjero en una barco de guerra británico con parte del Tesoro de la República en su equipaje (22 mil pesos en monedas de oro y plata que se robaron los británicos, como su Archivo, cuyo rescate en 1926 implicó pagar 3 mil libras esterlinas del Tesoro Nacional al “propietario” británico); porque muchos oficiales patriotas consideraron al General Miranda como Traidor a la Patria y Bolívar quería fusilarlo (como antes fusiló en Puerto Cabello a dos espías realistas).
Este frustrado juicio a Miranda no se realizó porque fue entregado a Monteverde por el Coronel Manuel María de Las Casas, nunca por Simón Bolívar, quien, como todo hombre, cometió errores y tuvo sus fallas, pero jamás fue traidor, felón, ni maromero. Y conocer esta verdad, y todas las verdades históricas de Venezuela, es derecho de todos los venezolanos, en especial de nuestros niños y jóvenes, para que no se formen con la mentira según la cual Simón Bolívar fue un “traidor” o cometió “una felonía” contra el desventurado General Miranda.
El juicio errado contra Simón Bolívar del Dr. Pino Iturrieta me llevó a escribir una Refutación (porque todos los venezolanos tenemos derecho a la verdad histórica y no creo en temores reverenciales ni en “oráculos sagrados”) que remití por correo electrónico, el pasado 29 de julio, a todos los Individuos de Número de la Academia Nacional de la Historia (incluso al Dr. Pino Iturrieta), cuyo lema es “La Historia es Verdad y Justicia”, y pedí un debate sobre la materia. No para que actúe como “Santa Inquisición” (como en los años 50 del siglo XX cuando “excomulgó” la parcializada biografía “Bolívar”, del historiador español Salvador de Madariaga), sí para establecer la verdad histórica, porque creo en la libertad de expresión, en la libertad de prensa, en el libre debate de las ideas y en un hecho irrefutable: Nadie tiene un monopolio sobre la Historia de Venezuela.