Dar cancha a los destructores del país
Veo en las redes no menos de diez recuentos de una entrevista que la Agencia de Noticias Efe le hiciera a Rafael Ramírez Carreño, uno de los principales responsables del desastre económico y moral venezolano, junto con Chávez, Maduro, Padrino López y los hermanos Rodríguez.
La entrevista va bastante más allá de ser noticia para ser una descarada propaganda a quien fuera el destructor de Pdvsa durante sus diez años de estadía en esa empresa y a cargo del ministerio del sector. Si no somos capaces de sancionar moralmente a los criminales que han destruido al país, pronto los tendremos de regreso, utilizando sus dineros mal habidos para montarse de nuevo en el poder.
De ser así, ¿a quién entonces podremos culpar de nuestras desgracias si no a nuestra propia estupidez? La historia de la sociedad venezolana con Chávez podría repetirse. A Chávez se le dejó libre, se le endiosó, se le firmaron cheques en blanco, se le permitió abusar de nuestras leyes. Muchos demócratas, los mismos que celebraban a Fidel Castro, se bajaron los pantalones frente a él. Ahora, toda esa historia de complicidades y cobardías se comienza a olvidar y comienzan a aparecer loas a Chávez por parte de venezolanos invertebrados y entrevistas genuflexas a Ramírez, quien fuera uno de sus principales cómplices.
La entrevista, que puede leerla en su totalidad aquí, presenta a Ramírez Carreño como un salvador de la patria, contra la dictadura de Maduro. En ella Ramírez pretende hablar como parte (y líder) de la oposición democrática. Dice: “Tenemos que ir con un proceso de unidad nacional, con una junta patriótica como la que tuvimos en el año 58 uniendo todos los factores políticos apegados a la Constitución, a nuestros planes y el respeto a nuestras leyes». ¿Desde cuándo Ramírez Carreño, culpable del derrumbe de Pdvsa, corrupto mayor que puso a la empresa petrolera en manos de Chávez y de su pandilla, puede hablar como agente de la democracia, de la constitución y las leyes?
Ramírez carece de autoridad moral para culpar a Maduro del desastre ya que el desastre comenzó mucho antes de que Maduro llegara al poder, cuando Chávez, Ramírez, Giordani y Merentes tenían el control de los ingresos petroleros y de los fondos paralelos y promovieron y permitieron el mayor nivel de corrupción jamás visto en Venezuela – corrupción que está ampliamente documentada.
En esta entrevista Ramírez pretende hacerle creer a los venezolanos que el “chavismo” no tiene nada que ver con el “madurismo” y que el “chavismo” es un movimiento progresista.
Hay que decirle que miente. Que el chavismo fue una abominación, una confabulación de ladrones e ignorantes para arruinar al país, lo que en efecto ocurrió y sigue ocurriendo en manos de su sucesor designado expresamente por él. Lo que está a la vista no tiene discusión y esos miserables jamás podrán convencernos de que hicieron algún bien. Hoy el país entero está en ruinas, después del mayor ingreso petrolero que Venezuela hubiese recibido jamás.
El personaje critica a Maduro por hacer política con las cajas Clap, cuando él puso todos los recursos de Pdvsa en las pezuñas de Chávez, declarándola “roja, rojita”, traicionando sus deberes de gerente público, quien se debe a la Nación y no a un tiranuelo.
Tiene la desvergüenza de decir: “Yo rechazo las sanciones, las invasiones. No acepto que ninguna tropa ponga un pie en nuestro país, pero también rechazo estas elecciones»,cuando durante su desastrosa presencia como cómplice de Chávez permitió la invasión cubana a Venezuela y se entregó a Fidel y Raúl Castro, a quienes idolatró.
Ramírez Carreño debe ser sancionado moralmente por la sociedad venezolana que desea ver un país digno, libre de las alimañas del chavismo y del madurismo, dos versiones de la misma macabra enfermedad que ha arruinado al país.